FRM [04/09/2013]
(Versión libre de un aforismo de mi amigo Juan Carlos Sánchez Santos)
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| Fotomontaje propio |
El Rincón del Nómada
La libre soledad del ermitaño es el terreno más fértil para que germine y florezca la creatividad. (Foto propia, 2014. Isleta del Moro, Almería)
Las gafas del miedo, si...las llevamos puestas casi siempre.
ResponderEliminarLo sé. Pero, de vez en cuando o al menos una vez en la vida, hay que quitárselas y dejarlas en la mesilla o sobre la ropa abandonada y bajo la que nos protegemos. Se viven mundos nuevos.
EliminarNo hay peor ciego que el que no quiere ver, ¿verdad? O sordo que no quiere oír, etc...
ResponderEliminarTienes razón: los límites que nos imponemos nos detienen,acortan la voluntad de cambios, ponen freno a la aventura de la vida. Aún siendo sensatos, debemos dejar un resquicio abierto a la luz de la osadía.
Siempre remueves, siempre nos sitúas ante notables pensamientos. Muy agradecido.
Teo.
El agradecido soy yo, querido amigo. Me honras con tus visitas a este rincón, dejando siempre grata huella. Abrazos.
EliminarEl que quiera crecer y saltar las vallas que se nos imponen en cada etapa de la vida, tendrá que dejar las gafas esas, bien guardadas, o mejor aún eliminarlas del todo. Muy bueno. Besos
ResponderEliminarEliminarlas es, sin duda, la mejor opción, Karyn. Gracias y muchos besos.
EliminarEl miedo es un terrible confinador de toda acción humana, pero bien llevado - a nadie se le oculta - suele ser impulsor. ¿El secreto?, limitarlo, saber administrarlo.
ResponderEliminarCierto, Theo. No sentir miedo puede ser temerario, lo que entraña otros peligros. La clave está en saber gestionar adecuadamente esa reacción instintiva. Abrazos, amigo.
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