El Rincón del Nómada

El Rincón del Nómada
La libre soledad del ermitaño es el terreno más fértil para que germine y florezca la creatividad. (Foto propia, 2014. Isleta del Moro, Almería)

miércoles, 30 de octubre de 2019

Insomnio y saber

(Imagen de Internet. Autor desconocido)

En mi luenga juventud consumí creencias sin conseguir calmar mis angustias; aumenté la dosis y provoqué que naciera en mí el insomnio del espíritu.

No avancé; me engañaban el tiempo y el movimiento. Sólo di muchas vueltas en laberintos sin salida que siempre me devolvieron al punto de partida. Hasta que comprendí que el único camino estaba en mí y mis objetivos.

Desde entonces, soy un ave nocturna que busca el conocimiento y la causa profunda de las creencias ajenas.

FRM [30/10/2013]

martes, 29 de octubre de 2019

Teatro

Se puso mi corazón el negro vestido de la noche del alma.
Sucumbió el sueño y desfalleció en la palabra callada.
Nuestros dulces recuerdos se tornaron tus amargos olvidos.

Y la inspiración agoniza en lenta expiración,
incapaz de aceptar el vacío de sinrazón tan dolorosa.
Si la vida es teatro, se puede protagonizar el mejor espectáculo...

Siempre es tiempo de amar y ser amado.
La vida no tiene que ser ningún otro teatro más puro
ajeno a la felicidad compartida entre placer, comunicación y vino.

La reserva para el reestreno está confirmada.
En Cientonce, ese lugar que llevamos dentro...
con la alegría recuperada y en la paz del deseado encuentro.

FRM [23/10/2019]

El mejor y más deseado teatro. Mirada metafórica

viernes, 25 de octubre de 2019

Nostalgia

Un símbolo eternizado. Mirada metafórica

Sumida en la tristeza y la melancolía,
castigando cuerpo y espíritu,
propios y ajenos,
miras hacia el tragaluz de tu techo
sin ver el cielo de tu vida.

Lágrimas de confusión ciegan tu vista
y, entre ayer y hoy,
te impiden ver lo que más claro tenías
para el deseado mañana.

La consensuada fusión
tantas veces disfrutada, sublime.
Esa prioridad declarada
que, confesa, ahora está injustamente convicta
en la cárcel del silencio más implacable.

Limpia tu mirada de sangre,
inútil sudor e innecesarias lágrimas.
Enjuga con el amor tus penas
y no tires la toalla.
Seca con ella tus lágrimas,
deja que empape tu sudor
y no derrames más sangre innecesaria.

Confía en tu cuerpo; sabe lo que dice.
Cambia las dudas del dolor tóxico
por la sanadora esperanza soñada
y vive el resto de tu vida,
fluyendo feliz y confiada
entre saboreados besos de ternura
y dulces y conocidos abrazos eternizados...

Siempre unidos.

FRM [25/10/2019]

Viaje a Delfos

Después de mantener una grata e interesante conversación con una antigua amiga psicóloga, he pensado sobre algunos aspectos de la amena charla. En ella, hemos profundizado en la reflexión de que el orgullo y el miedo suelen ser las causas de que dejemos de escribir las mejores páginas de nuestra historia. Porque es frecuente que el orgullo del uno provoque el miedo del otro, alternativamente y con el resultado más catastrófico y absurdo.

Al hilo de ello, me ha contado una anécdota de su experiencia profesional que me ha inspirado la narración breve que comparto a continuación, en el contexto de la antigua Grecia y protagonizada por una mágica y legendaria mujer, cuya imagen encarnada e idealizada amo apasionadamente desde hace tiempo... La Pitia del apolíneo Santuario de Delfos.

UN CUENTO MITOLÓGICO

Dicen las crónicas antiguas que, de vez en cuando, conviene encomendarse a Apolo y viajar, a lomos de un delfín, hasta Delfos para consultar la sabiduría del oráculo de la Pitia sobre las dudas que afligen o desconciertan. Todo humano tiene momentos en que le asaltan temores, hijos y padres de la inevitable ansiedad que generan las indeseadas incertidumbres.

Viajero:
--Postrado ante ti, yo te saludo con respeto ¡oh, Pitia! Y a tu visión sin límites de espacio ni tiempo, acudo en busca de las respuestas que me liberen del pesado equipaje de mi miedo.

Pitia:
--Ya sé el fundamento de tus miedos, hombre. No olvides que conozco cuánto ha habido, hay y habrá en los humanos corazones. Pero, formula tú, como la sientas, la consulta que justifica el óbolo de plata que has depositado a mis pies.

Viajero:
--Sea, así lo intentaré, confiando en que tu infinita sabiduría complete lo que las limitaciones de mi pobre capacidad no me permitan definir ni explicar con la riqueza de detalles que la grandeza de mis motivos tienen y me han movido a acudir a tu presencia.
Sabrás que no ha mucho tiempo, y cuando carecía de toda esperanza de hallarlo, tuve la inmensa fortuna de ser elegido para compartir la bendición de un encuentro inesperado y capaz de colmar todas las expectativas de felicidad plena en los escasos años de vida que me resten hasta la cita con Caronte en la orilla de la laguna Estigia. Tal milagro fue recíprocamente compartido con reiteradas confirmaciones de ser dos cuerpos fusionados en una sola alma, capaz de enfrentarse y superar toda suerte de humanas dificultades, siempre muy por debajo de la unión incuestionable.

Pitia:
--¿Y, entonces, qué te trae aquí, viajero?

Viajero:
--El sufrimiento por el miedo a estar en trance de perderlo.

Pitia:
--Podías haberme consultado sobre el final del trance que, por supuesto, conozco y puedo ver. Pero, puesto que la inquietud que te mueve es ese miedo, de él puedo aliviarte, pues está claro que es preciso que recuperes la paz del ánima, cuya ausencia reseca tu corazón en la feroz e inclemente sequía del silencio, mientras te desgarra la zarpa de la incertidumbre.
     Si tu confianza y seguridad es plena, en la correspondencia ante el milagro compartido que mencionas, y los sentimientos ajenos son tan gemelos a los tuyos, como afirmas y te ha sido afirmado y confirmado, nada debes temer, pues todo volverá al cauce que nunca debió desbordar el flujo de las aguas doradas de semejante milagro regalado por el Olimpo. Si es y ha sido como tú crees, nada has de temer, repito, pues algo así es indestructible como regalo de los dioses.
     Si, por el contrario, tal identidad recíproca en realidad nunca ha existido más allá de las apariencias y las palabras, y era un mero y engañoso espejismo, bueno es que tomes conciencia de ello y de la lábil fragilidad de los ajenos sentimientos, como un ineludible y obligado aprendizaje, cuyo precio es el dolor por tu confianza defraudada y las esperanzas incubadas en tu alma. Celebra lo disfrutado en el pasado y alégrate de evitar mayor dolor en el futuro.
     Ninguna de las dos opciones merece ni justifica tu miedo, pues ambas entrañan lo mejor que pudiera ocurrirte en ambos casos, sea lo que sea lo que el futuro te depare.
  Vete, pues, en paz y que los dioses te acompañen en tu viaje de regreso; pido a Poseidón que sea benévolo con las mareas en tu navegación de retorno, ya que bastante castigo has tenido con los oleajes tempestuosos que han azotado tu alma hasta aquí.

FRM [30/06/2019]

La sacerdotisa Pitia, el oráculo de Delfos, Cerámica ateniense

martes, 22 de octubre de 2019

Alas negras

"Oscurecen el camino con su sombra". Mirada metafórica

Alas negras se ciernen como afiladas cuchillas
pendiendo de nubarrones como guillotinas.
Oscurecen el camino con su sombra,
camino, ayer luminoso y florido,
hoy enlosado con lápidas de recuerdos.

Sigo la ruta en ominoso silencio,
sólo roto por el crujido de gestos
palabras y comportamientos ajenos y remotos,
repetidos cantos de sirena
que antaño fueron sólo míos.

La esperanza, debilitada y tambaleante,
mantiene sus pasos en precario equilibrio
entre epitafios de amor y "siempres" efímeros.
Conozco muy bien lo perdido,
todo eso que hoy no tengo,
porque fue intensa y reiteradamente vivido...

Fue mío, exclusivo, paladeando el exquisito sabor
de la dedicada, permanente e intensa seducción.
Saboreando ayeres de amor y buen vino
que hieren el paladar con el agridulce aroma
de lo avinagrado por la desatención y descuido
del respeto y el interés perdidos.

¿Qué oscura alquimia ajena
ha transformado lo que ayer fue deseado
en algo aburrido y cansino?
¡Qué desequilibrado destino...!

No hay verso capaz de reflejar
el dolor de perder
un insólito regalo del Universo.
No hay beso que lo consuele
en la boca del desleal silencio.

Porque no basta con desnudar el cuerpo
si se mantiene oculta el alma del deseo.
Y me ahogo en las aguas profundas y oscuras
de preguntas agolpadas en agresivo oleaje...

¿Qué ha cambiado?
¿Qué vale tan caro precio?
¿Qué he hecho para merecerlo?
¿Qué necesitas tanto y no he hecho?
¿Qué te falta y buscas entre brumas?

No es lo largo halagador lo mejor,
si te hace perder lo profundo y eterno.
Si no has estado mintiendo,
toma el apoyo de mi mano y vuelve.

Te espero...
Conjugando nuestro sueño, en mí, vivo.
"Siempre unidos", dijiste...

Te amé, amo y amaré,
a ti o a la que parecías ser.

FRM [21/10/2019]

lunes, 21 de octubre de 2019

Sobre la infidelidad

Sobre el tema de la infidelidad en la pareja, siempre de actualidad, he leído y conversado recientemente con personas muy allegadas, cuyas opiniones valoro y respeto mucho. Ello y la crisis de valores morales que vivimos, también constatada y comentada, ha activado mi necesidad de volver a reflexionar ampliamente sobre esta materia, tres años después de que ya lo hiciese en el pasado.

Según Eva Jiménez, psicóloga y experta en terapia de pareja, la definición de infidelidad se deriva del término "traición".

“De todas las definiciones que podemos encontrar, la que más me gusta es la que va hacia la raíz de la palabra en latín, ‘travere’, que significa ‘dar algo a alguien que está al otro lado’. Aplicado al ámbito de la pareja, se refiere a entregar algo emocional o físico que pertenece a nuestra relación a una tercera persona. Esto es una infidelidad”, explica.

Según la citada experta, en la relación de pareja hay una unidad donde hay unos compromisos y expectativas envueltos en fidelidad y lealtad. Una especie de burbuja alrededor, como una membrana de amor que protege esa relación, porque estamos hablando de un sistema vivo, un microuniverso íntimo y privado. "Cuando uno de los miembros da algo de dentro de ese mundo a alguien externo, está traicionando a su compañero”.

En la actualidad, las modernas tecnologías ofrecen una amplia gama de posibilidades de ser infieles a la pareja con total discreción y opacidad. Y aquí está probablemente uno de los quids de esta delicada cuestión: ocultarse en la clandestinidad.

Otra psicóloga, Silvia Congost, experta en dependencia emocional, autoestima y terapia de pareja, hizo una reflexión al respecto en un vídeo disponible en su perfil de Instagram (cuyo enlace incluimos aquí). Allí formulaba la gran pregunta que va más allá de la moralidad y la ética de lo que una infidelidad supone.

"Si te ocultas al cometerla es porque sabes que vas a herir a tu pareja y si, aún así, decides, de forma premeditada, cometer la infidelidad... ¿Amas realmente a tu pareja? ¿Hay amor en la relación?"

Parece obvio que la aparición de aplicaciones, sistemas de comunicación privados y webs específicas de contactos han ayudado a que haya más infidelidades, pero hay matices a considerar. “Sí, es cierto, estamos ante una nueva realidad. Pero no hay que olvidar que las nuevas tecnologías no son más que una herramienta para cometer la infidelidad”, apunta la citada Eva Jiménez.

Está habiendo más infidelidades pero no sólo porque la tecnología nos ayuda y lo hace más fácil. Estamos en un momento esencial de crisis de valores en el que también valoramos más egocéntricamente una cierta forma perversa de felicidad. Es una época de muchos cambios y muchos replanteamientos donde miramos más hacia adentro, egoístamente hacia nosotros, con menos respeto hacia el prójimo.

Se tiende a asociar el término "infidelidad" con el sexo clandestino fuera de la pareja. Pero no es sólo eso, ni mucho menos.

Ya lo afirmó de forma categórica Manuel Jabois en “Hay más cuernos en un ‘buenas noches’ que en un polvo”, uno de sus artículos de opinión publicado en El País. Uno de los extractos de su texto habla sobre la cuestión de la fidelidad en la era de las redes sociales con total claridad: “...porque un polvo dura mucho menos y es más discreto que coger el teléfono en una cena o en unas vacaciones y ponerse a echar de menos a otro”. Y no le falta razón. Es muy significativo abandonar a la pareja para irse al baño con el teléfono en la mano.

Tal y como profundiza Eva Jiménez, en este caso nos referimos a la infidelidad emocional. “Dar las buenas noches es un acto íntimo de la pareja antes de irse a dormir, y estar escribiendo a otra persona traspasa los límites de esa intimidad”, señala. Por tanto, no es necesario que haya un acto físico, es decir, sexo, para considerar que la complicidad entre nuestra pareja y una tercera persona es una traición como tal.

¿Cómo saber, entonces, cuándo estamos transgrediendo esos límites? “Preguntándonos si ese mensaje o esa llamada que vamos a hacer, con la tercera persona en cuestión, la haríamos de forma cómoda delante de nuestra pareja. Si la respuesta es que no, es porque sabemos que, en el fondo, estamos siendo desleales con ella”, explica la psicóloga. Necesitar la clandestinidad es la clave que demuestra que hay conciencia de traición desleal, aunque se pretenda disfrazar con otros argumentos exculpatorios, como decir que se oculta por "no tener importancia", ya que, si realmente no la tiene ¿por qué ocultarlo?

Hay un sin fin de argumentos y posibilidades por las que se puede llegar a ser infiel con la pareja y "engancharse" a esa infidelidad. Puede ocurrirle a cualquiera. Pero, si se mantiene e intensifica durante meses, la más elemental lealtad obliga a declararlo, compartirlo y buscar el consenso con la pareja con transparencia y honradez. No se puede ni debe olvidar la honestidad de la lealtad, ante la pareja y ante uno mismo. Porque, tarde o temprano, todo se sabe, se percibe y constata. Y la infidelidad hace mucho daño a la pareja. Es muy doloroso, humillante y demuestra una total falta de respeto a la dignidad y la autoestima de la persona supuestamente amada. Y más cuando se pretende la inmoralidad de hacer creer que es el traicionado el que "está loco y ve visiones" y es "merecedor", por ello, del enfado e indignación del desleal.

Muchas son las causas que pueden propiciar una infidelidad, hay que aceptarlo con realismo y sin complejos. Pero la gran pregunta es: ¿Por qué y para qué? Así como ¿qué se piensa hacer al respecto? ¿Cómo se va a actuar durante y después con la pareja?

Porque siempre hay que tener cuenta y decidir juntos todo lo que afecta a la pareja, pues no tiene sentido si no se plantea claramente cualquier situación y se decide entre los dos sobre todo aquello que afecta al microclima interior de la relación. Acabar con la infidelidad, si se es capaz de hacerlo, o explicar todo, con honradez y sinceridad, abre nuevas puertas al refuerzo del amor y la unión o bien a la disolución de una relación que no se desea mantener, si ése hubiese sido el origen de la infidelidad y la deslealtad de la ocultación.

Cualquier otra forma de actuación podría provocar consecuencias tan imprevisibles como indeseables, además de denotar un severo e inquietante trastorno emocional de personalidad que precisaría ser tratado por especialistas cualificados.

(Las citas y referencias a los especialistas mencionados están extraídas de Bloygo/Tecnología. La esencia de lo expuesto ya la traté hace tres años en este "El Rincón del Nómada" con la publicación  titulada "Lealtad y amor", cuyo enlace se incluye aquí).

FRM [18/10/2019]

Mirada metafórica, paseando bajo mi ventana

martes, 15 de octubre de 2019

Libre

"Vuela libre". (Imagen de archivo, autor desconocido)

En la emoción
del filo de la vida
no tiembles, vuela.

FRM [15/10/2013]

sábado, 12 de octubre de 2019

Siempre aprendiendo

No existe victoria más pírrica, triste y amarga que la obtenida por la derrota del ser amado en una rendida entrega incondicional.

Porque, quien ama, lo hace sin condiciones. No lucha, tolera en silencio, si así se le exige. Acepta y acata las reglas que se le imponen, con la esperanza permanente de llegar a conseguir la deseada reciprocidad en la compartida unión de las almas.

Puesto que, por perfecta y placentera que sea la unión de los cuerpos en el amor, sólo se alcanza el éxtasis total de la plenitud cuando se fusionan las almas en comunión absoluta. Ya que, sólo la entrega del alma en paz, es la fuente imperecedera de la dicha, la alegría, el bienestar y la perpetuación de la felicidad compartida.

Y, cuando se ama sin reservas, el silencio puede ser la mejor arma en la lucha pasiva para llegar a lograr lo que el alma ambiciona y necesita.

Amar, dar sin reservas, callar y disfrutar lo que la vida regale sin pedirlo, son las lindes del camino de la paz espiritual y la más elevada autoestima, aunque puedan llover lágrimas esporádicas que hagan resbaladizo el suelo.

Manteniendo siempre abierto el círculo de la vida. El propio "Enso".

FRM [12/10/2019]

Foto propia. Mirada metafórica en los jardines de la Magdalena, Santander.