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| Foto propia. Perú, 1988 |
Corría el año 1988, cuando, regresando de la inolvidable visita a las ruinas de Machu Picchu, trataba de imaginar cuál fue la cultura responsable de los arcaicos cimientos sobre los que los incas levantaron la inexpugnable y recóndita ciudadela. Estaba ya en el antiguo tren español que recorre zigzagueando la escarpada ladera, cuando mis ojos tropezaron con la humilde campesina andina anclada en el pasado y enmarcada por el invasor símbolo de la neocolonización del imperio norteamericano.
El contraste del efecto visual me impactó tanto que no pude resistir la tentación de intentar captar la instantánea antes de que la nativa se percatase, ya que, si no posan voluntariamente, no suelen permitir que se les fotografíe. El resultado está a la vista; milagroso, porque utilicé mi vieja cámara analógica y manual, sin tiempo apenas para medir la luz, ajustar velocidad y apertura de diafragma, y enfocar. Creo que esta imagen es más que una simple fotografía, es todo un reportaje metafórico con alma propia que sintetiza la avalancha consumista que invade hasta los lugares con menos recursos y más empobrecidos a favor del bienestar de quienes quieren seguir ordeñando hasta el último céntimo de la población mundial.
Cuando la miro, no puedo dejar de evocar con un regusto amargo el antiguo eslogan de la bebida y titular la foto como: “LA CHISPA DE OTRA VIDA”.
FRM [21/07/2012]
