El Rincón del Nómada

El Rincón del Nómada
La libre soledad del ermitaño es el terreno más fértil para que germine y florezca la creatividad. (Foto propia, 2014. Isleta del Moro, Almería)

domingo, 26 de noviembre de 2017

Cómo

Cómo detener una avalancha de nieve.
Cómo parar el torrente de agua de una catarata.
Cómo impedir que el fuego brutal devore un bosque reseco.
Cómo frenar un tsunami en el mar embravecido.
Cómo sujetar el vendaval de un tornado.
Cómo embridar un caballo salvaje desbocado.
Cómo ahogar el dolor de un duelo.
Cómo coger las nubes con las manos.
Cómo apagar el Sol.
Cómo cerrar el cielo.
Cómo hacer arder el hielo.
Cómo apearse en pleno vuelo.
Cómo hacer hablar a un muerto o silenciar a un vivo.
Cómo no padecer ante el sufrimiento de un niño.
Cómo extinguir la emoción que late en el corazón.
Cómo amputar un sueño del que no soy dueño.
Cómo evitar que el cuerpo grite lo que la mente acalla.
Cómo no sentir el deseo encerrado en un amor apasionado.
Cómo evitar que la noche siga al ocaso...

FRM [25/11/2017]

Foto propia, desde mi ventana.

sábado, 25 de noviembre de 2017

Mi destiempo

(Imagen de archivo público)

Dejé de usar reloj cuando observé que sólo me servía para ser esclavo del tiempo ajeno.

Comía sin hambre y no podía comer cuando la tenía. Me criticaban cuando con la noche velaba y a cualquier momento amaba. No era correcto leer hasta la alborada o escribir esperando la llegada del alba. Anárquico, atípico, desordenado, insociable, incorrecto... me declaraban. O de "viejoverde" era tildado, si a mi edad me enamoraba...

Hoy soy feliz, al hacer que lo lógico sea seguir lo ecológico de mis biorritmos biológicos. Me gusta y es bueno el impulso de lo diverso que, con buen tino, comparte con divertido lo etimológico. Así, tejo, remiendo y zurzo mi vida, dando otros usos a las agujas de Cronos y haciendo, con mis destiempos, ancha y libre la corta vida de otros momentos.

Mucho valoro la libertad loca de mi cuerda soledad, pues me priva del ahogo de otras cuerdas de asfixiante dogal. No soporto controles ni vigilancias que me puedan provocar viajar en ambulancia. Sólo y solo paz y tranquilidad persigo, para eso prodigar a quien lo desee disfrutar conmigo. Pues en mi destiempo siempre hay espacio y lugar para todo buen amigo.

Con las visitas que quiero, sin dudarlo me esmero y, si soy yo el invitado, respeto y acepto sin reparos el horario hospitalario. Pues, es bien sabido, que todo bien nacido debe mostrarse agradecido y sería atrabiliario imponer mi libre destiempo estrafalario.

Fiel a la sabiduría materna, respeto el dicho de "lo poco agrada y lo mucho enfada", porque, en mi ya larga experiencia, he aprendido que la larga convivencia genera egoísta y posesiva dependencia, llena de exigencias que incuban el virus de la decadencia. Ya que, volviendo con anuencia al recuerdo materno... "siempre perdices cansan" y me consta que, la reiterada frecuencia, atenta contra lo eterno.

Y no se me juzgue arisco, en verdad soy muy amoroso, aunque hiberne como un oso. Así pues, si escuchas un sonoro tic-tac retumbando en mi hogar, no lo dudes, es el latido de mi corazón devolviendo el eco de tu voz.

Porque, como dijo acertadamente el poeta Eduardo Abril: "El reloj miente. No dura lo mismo una hora contigo que una hora sin ti".

FRM [25/11/2017]

miércoles, 22 de noviembre de 2017

Voy a comprar pan

Camino buscando un sol con crisis de identidad que no sabe si es de otoño o primaveral. Paseo hacia la barra chapata del minisúper de mi amigo marroquí. En un banco de la plaza hay un grupo de ociosos hombres grises. Contemplan a coro unas nalgas ajadas que circulan buscando el antiguo esplendor del ritmo perdido. El canto de los pájaros colorea las nubes flotantes y destiñe las penas. La mujer que limpia su casa, abre su balcón de par en par y se crucifica ante mis ojos entre sus hojas que han resistido otro año sin desprenderse en el otoño. Y yo pienso y siento...

Pienso en todo lo que llena mi vida, todo lo que la rebosa y achica, los ojos de mi alma se embriagan de miradas que no alcanzan a abarcar todo lo que han visto y ven y me hacen sentir...

Y siento. Me siento a punto de estallar de plenitud, reventando las costuras de los pliegues de mi existencia que necesita soltar algunos lastres, aún.

De regreso, doblo una esquina y, de pronto, mi sombra se separa de mí, para arrojarse anticipadamente entre tus brazos, disolviéndose sumergida en el largo beso de tu sonrisa que me acoge y hace el amor.

FRM [20/11/2017]


Foto propia, encima de la panadería