El Rincón del Nómada

El Rincón del Nómada
La libre soledad del ermitaño es el terreno más fértil para que germine y florezca la creatividad. (Foto propia, 2014. Isleta del Moro, Almería)

viernes, 20 de septiembre de 2019

Empujando

Siempre es mejor empujar y conducir la propia vida hacia el futuro que arrastrarla, cargando con el abrumador peso del pasado.

FRM [19/09/2019]

Foto propia. Mirada metafórica

jueves, 19 de septiembre de 2019

Siempre unidos

"Amor sin tiempo". Mirada metafórica. Foto propia en el pantano de Aguilar de Campoo

Un antiguo e íntimo amigo me comentó que había leído en mi blog la publicación cuyo enlace incluyo aquí mismo, y que le había dado la idea clave para escribir a su pareja el texto que reescribo a continuación, con su autorización y la de su mujer, y la única condición de respetar su anonimato. Lo que hago encantado, porque lo que importa es el "Qué" y no el "Quién". Aunque me parece significativo decir que, entre los dos, suman casi 140 años. Es evidente que el AMOR, con mayúsculas, no tiene edad ni tiempo.

Sin más preámbulos, la carta de mi amigo a su mujer:

«¿Sabes una cosa, querida? No estoy enamorado de ti.

Estar enamorado es un estado de idiocia carente de equilibrio y sustentado por pasiones irreflexivas que provocan irracionales reacciones. No, no estoy enamorado de ti.

Yo te amo, te quiero, te deseo, te respeto, te admiro, desde el amor más maduro, convencido, buscado, perseguido, soñado y acariciado toda mi vida como una aparente utopía inalcanzable. No es una pasión que me ciegue y enloquezca de forma irracional. No es deseo por tus atractivos sexuales que me rejuvenecen. No es el deleite de verme reflejado en tu mirada. No, no es todo eso... únicamente.

Es, simplemente, Amor. Ese amor profundo creciente y duradero que evidencia y me convence de que, vivamos los años que vivamos, compartiéndolos y compartiéndonos, siempre reiremos juntos y tendremos algo que contarnos, algo que hacer juntos, porque únicamente juntos lo desearemos y disfrutaremos... En ese eterno "nosotros".

Te amo, te quiero, te deseo, te respeto y te admiro... Hasta cuando discrepamos en el enriquecimiento intercambiado de la comunicación abierta, total, fluida, sincera, franca y leal, con plena confianza recíproca. Me siento un privilegiado y estoy orgulloso de ti.

Eres mi pareja, mi compañera, mi amiga, mi confidente, la mujer que adoro como es, la que me quiere como soy y con la que deseo y necesito compartirlo todo, empezando por mí mismo. Porque no hay nada mejor en mi vida que estar contigo, hagamos lo que hagamos en cualquier momento, siempre juntos, para siempre unidos.

Y porque nunca, nunca, había sentido nada ni parecido. Y te lo agradezco infinitamente, amada mía.

Con nadie como contigo... Siempre unidos.»

FRM [12/09/2019]

miércoles, 11 de septiembre de 2019

La verdad y el páramo

Sumergidos en cálidas
y felices aguas limpias
brindamos con vino, cerveza y besos
a la salud del amor pleno.

No hay sombras,
no hay miedos,
no hay negros castigos,
sólo brillan diáfanas

la confianza segura y generosa,
la alegre paz de la reciprocidad
y la verdad conocida,
desenmascarada,

de un pasado hundido
en los lodos y lamentos
anclados en su propia memoria
que cosecha y recibe,

por vez primera,
lo único que sabe dar
desde su vocación egoísta
de utilizar a los demás.

Ese es el único pecio
quemado y olvidado,
aunque decore con su arte
un páramo abandonado.

FRM [14/04/2019]

Foto propia. Páramo de la Lora, Montaña Palentina

sábado, 7 de septiembre de 2019

La seducción eternizada

Seducción constante y permanente

Toda relación amorosa comienza con la complicidad del mágico juego de la seducción mutua, más o menos velada, a partir de una inesperada, indefinida, inexplicable y primera atracción. Guiños, insinuaciones, bromas, sugestivas sugerencias, piropos y galanterías, atenciones sutiles, interés evidente... se alternan ininterrumpidamente durante un bello período preñado de deferencias, en calidad y cantidad, que marcan la diferencia con otros posibles candidatos y que hace estremecer cuerpos y almas entre risas y sonrisas compartidas. De la cómplice comunicación pública se pasa a la privada y después a la más íntima. No importan los contenidos de los mensajes; es el medio y la frecuencia lo que cuenta. Ya lo dijo McLuhan, el filósofo de la comunicación: "El medio es el mensaje".

Gestos que aíslan del mundo circundante y polarizan la atención de quienes participan y disfrutan, haciéndolos flotar en una burbuja de placentera selección ilusionada y correspondida que se refleja en una constante expresión de ausencia en las miradas al infinito que buscan al otro. En ese feliz rictus casi olvidado de adolescencia recuperada que mantiene tatuada la sonrisa.

Los momentos dichosos se acumulan y repiten. No cansan, se desean y esperan con voracidad insaciable e inagotable. Demuestran interés, atención y la preferencia selectiva antes mencionada.

Seductoras palabras y seductoras acciones que ponen de manifiesto la constante presencia en la mente y el corazón del otro que, por lejos que se encuentre en la distancia, no deja ni un instante de estar unido y junto al ser deseado y deseante. Actuaciones inesperadas que llenan de gozo y entusiasmo, cuajando la atracción en deseo sensual y amor espiritual.

Se cubren etapas, se descubren cuerpos y almas, el juego de seducción se convierte en hábito de relación. Se intensifica y consolida el amor en una forma de sacralización de las relaciones. Un amor cuidadosamente y pacientemente cultivado, a veces fomentado de manera inconsciente.

Y se llega a descubrir que para mantener, hacer crecer y perpetuar ese amor especial y único, la clave y primera condición es mantener indefinidamente los hábitos de seducción en la relación, como ineludibles e inevitables causa y efecto del deseo perenne. Siempre, al margen del tiempo y el espacio. Con ello, se mantendrá el efecto mágico de unión, admiración, y atracción imperecederas.

Nada es sustituible; ningún detalle, por pequeño que parezca, es abandonable; todo es importante. Cualquier novedad, cualquier mejora, debe ser adicional, sin que se sustituya ni suprima nada de lo que, desde el pasado, ha ido forjando el presente.

Estoy convencido de que la permanente atención a la seducción es el único camino que garantiza y conduce al más enriquecedor, estable y mejor futuro del amor, siempre que sea recíprocamente compartido. La otra cara de esta moneda es el riesgo de despertar ese tipo de emociones en alguien o en terceros, cuando los sentimientos no son gemelos. Es una gran responsabilidad de la que hay que ser consciente, porque pueden causarse muchos daños si sólo se busca la satisfacción del propio ego, convirtiendo en pánfila corrupción el sentimiento sacro.

Sin embargo, cuando se comparte un deseable e intenso amor, la seducción diaria, en todo y para todo, en cada pequeño detalle, actuando siempre a favor y evitando cualquier deterioro, hasta el último aliento, es el mejor tratamiento antiarrugas para cuerpo y alma.

FRM [07/07/2019]

viernes, 6 de septiembre de 2019

Estoy

Lanzarote. Mirada metafórica cedida por su autora


Estoy
con mis manos viudas
de tu piel encantada
que espera.

Estoy
solo ante mi pasado,
cerrando cicatrices
con sutura de paciencia.

Estoy
perdonando heridas
de otro tiempo
y aferrado al deseo del hoy.

Estoy
amarrado al amor
que me guía en el laberinto
de los sueños.

Estoy
recuperando el presente
que me ofrece generoso
el mejor futuro.

Estoy
agradeciéndote
que seas y estés
conmigo siempre.


FRM [06/09/2019]

jueves, 5 de septiembre de 2019

Existo

"Soñando con volar". Mirada metafórica en Aguilar de Campoo. Foto propia.

Existo.
Sé que existo.

Me basta emerger entre tus pensamientos
y alfombrar de poesía tu vereda
para tener la certeza de que existo.

Adentrarme en los espacios que en ti quedaron huecos.
Vestirlos, soñarlos, robar pedazos de otros llenos de sueños.

Habitar entre tu piel,
salpicando tus poros con mis húmedos besos.

Existo.
Sé que existo.

Y aunque no lo quisieras, tú también sabes que existo.
Existí, existo y existiré por siempre.
Más allá del tiempo y el espacio.

Tan dentro de ti
que me querrás lágrima, saliva y semen.

Y, al fin, agua y sal,
y dulce esencia de vida,
seguiré existiendo en ti.

FRM [13/02/2019]