El Rincón del Nómada

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La libre soledad del ermitaño es el terreno más fértil para que germine y florezca la creatividad. (Foto propia, 2014. Isleta del Moro, Almería)
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domingo, 8 de abril de 2018

Mujeres de otoño

En los últimos días he pasado ocho ratos deliciosos en la grata compañía de otras tantas y diferentes mujeres otoñales muy interesantes y atractivas. Una auténtica orgía de emociones que debo y agradezco a otra encantadora y sensible mujer que ha oficiado de "Celestina" en esos fugaces pero intensos momentos; mi querida amiga la escritora Isabel Martínez Barquero.

Son ya varios los libros que he leído procedentes de la fertilidad de su pluma, boli o teclado, que tanto da el instrumento que sirve a su creativo talento. Y lo único que se repite en todos es su aguda mirada al corazón humano, su cuidada prosa y rico léxico, y el amor que rezuman las interesantes y amenas historias que nacen en su imaginación para estimular la de sus lectores.

Tal y como sucede en los ocho relatos que componen el capricho de su libro "Mujeres de otoño". Ocho retales de vidas femeninas en esa etapa que se ha dado en llamar de madurez, y que puede ser tan variada y diversa como los árboles cuyas hojas alfombran la estación que precede al invierno. Hojas de diferentes colores, tamaños y formas como lo son las mujeres que pueblan las que encuaderna este libro breve que se hace más corto en su cautivadora lectura.

En "Mujeres de otoño", Isabel Martínez Barquero disecciona con ternura, agudeza y buena letra, ocho cuentos que muestran el trasfondo de ocho mujeres dueñas de sí mismas, para permitirnos compartir su evolución en las miradas, los comportamientos cotidianos, el amor y el sexo, los paisajes urbanos misteriosamente cambiantes, el proceso de envejecimiento y decrepitud irremediable y, en definitiva, las emociones sentidas en las últimas casillas del tablero del juego de vivir.

Una delicia en píldoras que se lee fácil y se piensa con complejidad. Otro motivo de gratitud a esta maga de las letras que es la "murcianica" Isabel Martínez Barquero.

Y, como prueba de sinceridad que avale las palabras precedentes, que nadie debe atribuir al afecto y admiración que siento hacia la autora, debo dejar constancia de lo único que no me ha gustado. Se trata del diseño de la portada de este breviario, casi obligado catecismo por su formato. Sinceramente, creo que no le hace justicia a la seriedad y calidad del contenido, con el mayor respeto a su autora y a quienes puedan pensar lo contrario.

Sea como sea, lo que importa es lo que se cuenta... Y eso es más que recomendable.

Para quien desee conocer mejor a esta genial escritora, sugiero una visita a su blog "EL COBIJO DE UNA DESALMADA" que no tiene desperdicio.

Gracias, Isabel.

FRM [08/04/2018]

Libro comentado

lunes, 13 de febrero de 2017

Linaje oscuro

"Linaje oscuro" de Isabel Martínez Barquero

Con los libros me ocurre lo mismo que con las comidas. Al fin y al cabo, alimento son, con la ventaja de que el resultado de la ingesta no se deposita en antiestéticos michelines abdominales, aunque hay algunos que demandan lenta masticación y reposada digestión y otros pueden llegar a empacharme.

De tal forma se da esa similitud que, sin dar títulos concretos, seguro que todos encontraremos en la memoria algún libro-fabada, otros ligeros como sabrosas y sazonadas ensaladas... e incluso los muy sesudos que son ideales para combatir el insomnio más pertinaz.

El abanico es muy amplio y hoy no tenemos el objetivo de hacer un catálogo de nutrición literaria. La pretensión perseguida es centrar la metáfora en aquellos libros que son como una atractiva y apetecible caja de bombones variados que nos tientan hasta el extremo de no poder limitarnos a degustar solo uno, cada vez que abrimos su tapa.

"Linaje oscuro" de Isabel Martínez Barquero es así. Un regalo para el paladar del lector que contiene un variado surtido de los bombones literarios que son los relatos breves con los que te encuentras al abrirlo. Unos exquisitos bombones que comparten el linaje oscuro del mejor chocolate estilístico que los hermana, al margen de sus muy diferentes y apetitosos rellenos que denotan el mayor y más delicado mimo puesto en su cuidada elaboración artesanal. Los hay dulces, menos dulces e, incluso, alguno con un armonioso regusto amargo que refuerza y potencia el del noble cacao original. Pero ninguno decepciona ni defrauda a las papilas... o pupilas más exigentes.

Cuando se saborean, no resulta fácil dejar para más tarde el seguir degustando esas delicias, después de acabar uno, dos... o tres, de una vez, con gula incontenible.

Sin duda alguna, "Linaje oscuro" es un libro maravilloso para "picar entre horas" que yo he lamentado terminar.

Gracias, Isabel Martínez Barquero, por tu prodigiosa imaginación y buen hacer en el obrador de la deliciosa repostería de las letras.

FRM [13/02/2017]

martes, 3 de enero de 2017

Escribir y leer

Libros recomendados

Escribir y leer, dos verbos que se entrelazan tejiendo deseos e ilusiones en estas fechas del año muy especialmente.

De una u otra forma millones de personas escribimos nuestras peticiones a los Reyes Magos de Oriente y, de otra o una forma, ellos dedican horas y horas a leerlas.

Ya quedan pocas horas para que finalicen la tradicional tarea anual de lectura y Melchor, Gaspar y Baltasar depositen los regalos en los zapatos de los redactores de deseos.

Escribir para leer, dos verbos conjugados con la suma de esfuerzo, trabajo, dedicación y pensando en el compromiso de proporcionar lo mejor a los demás. Algo que conocen muy bien mis amigos Isabel Martínez Barquero, Diego Armario López y Lucho González-Aller. Algo que merece reciprocidad, porque escribir es acto de generosidad y que resulta casi estéril si no es leído después.

Y, si leer siempre es aconsejable y un libro el mejor de los regalos posibles... ¿Cómo no recomendar los buenos libros de los mejores amigos?

No son los únicos que he leído o releído en 2016; pero, puesto a recomendar una selección para pedir a las Magas Majestades de Oriente, ¿qué mejor que apoyar a los autores más cercanos, cuando su obra lo merece?

Así pues, no pierdas la oportunidad de tener en tus zapatos todos o alguno de estos interesantes textos que, a buen seguro, no te decepcionarán.


Apasionantes y apasionados relatos en los que encontrarás las más vibrantes pasiones humanas, de las que convierten la lectura en una experiencia de vida compartida con los protagonistas de las novelas.

¡Disfruta de todos y cada uno de estos libros el día 6 de enero!

Me lo vas a agradecer.

FRM [03/01/2016]

lunes, 26 de diciembre de 2016

Aroma de vainilla

Portada de la novela de Isabel Martínez Barquero

Aunque no soy goloso en absoluto y la vainilla nunca ha sido uno de mis sabores favoritos, debo admitir que el aroma que impregna la novela de igual título que el que encabeza esta reseña, escrita por Isabel Martínez Barquero, me cautivó cuando la leí hace dos años y me ha vuelto a seducir embriagadoramente con su relectura en el presente.

La prosa de rico léxico y exquisitamente cuidada de la autora, es un delicioso lubricante para que la historia se deslice con suavidad, fluyendo a un ritmo adictivo, de principio a fin, que produce una grata sensación de paradójica intensidad relajante.

Con enorme mimo y riqueza de detalles, "Aroma de vainilla" narra el recorrido de la memoria de Mercedes Ortega Abellán que, ya anciana, realiza un prodigioso y pormenorizado viaje al pasado de tres generaciones de su saga familiar, durante el que siempre está presente la fragancia del título como protagonista de fondo permanente e inalterable.

La mirada retrospectiva de la protagonista narradora desvela los secretos de tres generaciones familiares; las vivencias de una estirpe nunca rendida ante las desgracias. La fiel memoria de Mercedes se desarrolla en el marco espacio temporal que se delimita, desde los últimos años del siglo XIX, hasta los años sesenta del siglo XX. En el cuadro resultante, se perfila con gran riqueza cromática la epopeya de una familia que se extingue en una provincia del sur de España, con la presencia sólida de mujeres fuertes, hombres sabios y tiernos, hijos con filiaciones muy diversas e inclinaciones muy distintas, y mentes alteradas por las circunstancias políticas y sociales de aquella época histórica.

El fresco familiar se pinta con los colores del deseo amoroso y sexual, el amor insatisfecho, el amor no correspondido y el traicionado, los celos, el adulterio, los conflictos generacionales, los estigmas de una educación estricta e intolerante, el orgullo, la tozudez, las murmuraciones sociales, la fascinación por la cultura, la ferocidad de la guerra y sus nefastos efectos posteriores, el perdón, la generosidad, los sueños no cumplidos, las expectativas rotas, el oscurantismo religioso y su antítesis descreída e iconoclasta, la locura, la muerte y la lucha por la existencia en una España llena de rencores y de atmósfera opresiva.

Como me ocurrió con la lectura de "El perfume" de Patrick Süskind, al sumergirme en este hermoso libro, no he podido evitar la vívida percepción del omnipresente "Aroma de vainilla", acompañado también del olor a canela, romero, a un sinfín de especias y, como no, a esos guisos deliciosos que salen de la cocina de Mercedes.

En "Aroma de vainilla" convivimos con unos personajes cercanos, de una gran carga emocional que me han provocado muchas sensaciones, envolviéndome con complicidad en su propia vida, como testigo desde la cautivadora lectura. He sentido impotencia y coraje con algunas de las situaciones planteadas y también felicidad por ver como los protagonistas conseguían sus propósitos. Lo cierto es que la autora maneja muy bien los sentimientos humanos, como el amor o el orgullo, quizá porque es muy humana ella misma, dicho sea en el mejor de los sentidos.

Otro buen libro
Para quien desee conocer mejor a esta genial escritora, sugiero una visita a su blog "EL COBIJO DE UNA DESALMADA" que no tiene desperdicio.

En resumen un libro que me ha encantado, evocándome a García Márquez, por lo que lo recomiendo sin temor, porque pone de manifiesto la calidad literaria de una autora que se merece un gran recorrido lleno de éxitos, como el que está obteniendo con su última novela "Diario de una fuga", muy diferente aunque no menos aconsejable.

Gracias por los buenos ratos que me has proporcionado, Isabel Martínez Barquero.

FRM [26/12/2016]

jueves, 18 de febrero de 2016

Diario de una fuga

Portada de la edición impresa del libro comentado

He terminado de leer la última novela de mi buena amiga y extraordinaria escritora Isabel Martínez Barquero, titulada como esta reseña personal, en la que intento recoger y compartir las dos sorpresas que me ha proporcionado esta excelente novela.

La principal y primera sorpresa es la relativa a su inesperada y bien trabada trama argumental que, desde la apariencia de entornos normales y habituales, conduce al lector por insospechados vericuetos que transforman la inercia de las rutinarias situaciones cotidianas en una cadena de sucesos que se engranan y enmarañan día a día, hasta su desenlace, en su devenir casi a ritmo de "thriller psicológico", enganchando irremediablemente en el suspense al que nos aboca la tensión contagiosa de la insaciable ansiedad investigadora de la protagonista.

"Diario de una fuga" es una obra, como anuncia su título, escrita en clave del diario personal de Celia Viñas la profesora de literatura que comparte iniciales y sustituye a su antecesora Carmen Vidal, como profesora de literatura en un instituto murciano, debido al fallecimiento de ésta en circunstancias dramáticas que suscitan la curiosidad y toda clase de sospechas a la recién llegada sustituta. Con ritmo trepidante en los tiempos narrativos, aunque sosegado en los procesos de reflexión y análisis, se van desgranando las complejidades dramáticas de una existencia que ve rota su atonía y esquemas confortables al ser arrollada por la compañía invisible de la fallecida que se hace obsesivamente presente en su vida a través de ciertos textos privados que pocos conocen.

Historia cargada de sabias y profundas reflexiones, la narración está repleta de frases y pensamientos que inevitablemente pueden encontrar eco en el interior de cada lector, aunque se sitúen en contextos diferentes a los que propone la ficción novelada por Isabel Martínez Barquero. Como ejemplo de lo expuesto, no me resisto a transcribir uno de los párrafos que más me han gustado en ese aspecto, aunque hay otros muchos...

«La vida la había arrojado a ser una persona fronteriza, residente en un lugar que no era el elegido por sus deseos silenciados. A esas alturas de su existencia, no pensaba rebelarse contra los designios incontestables del destino. Quizá equivocó su enfoque, quizá erró en el anhelo, quizá acudió donde no debía. Pero el resultado estaba ahí y no podía cambiarlo.»

Sin ánimo de desvelar ninguno de los misterios que enriquecen la original trama, creo poder afirmar que, al amparo de ella, la autora nos ofrece un completo abanico de personalidades, emociones y circunstancias vitales, riquísimo en matices de colores, dolores y sabores.

Me resisto a hacer aquí la sinopsis literaria, porque ya está disponible en Amazon y porque en este espacio íntimo sólo tiene cabida lo que este nómada siente y piensa, sin pretensión de usurpar un papel crítico que no me corresponde y para el que no me considero cualificado. Aunque es muy posible que volvamos a hablar de esta obra cuando el papel permita que la pueda acariciar en una deseada relectura.

Así pues, paso a comentar la segunda gran sorpresa que este libro me ha deparado, a consecuencia de la advertencia que la propia Isabel Martínez Barquero ha venido repitiendo desde que anunció el nacimiento de esta novela.

Como consecuencia del más que justificado éxito de su novela anterior "Aroma de vainilla", la autora ha insistido en repetir que en "Diario de una fuga" estábamos frente "a otra forma" de expresión narrativa... Casi, casi, ante a un giro notable en su forma de trabajar. O así lo interpreté, tal vez erróneamente.

Sin embargo, yo no he percibido cambio alguno en la abundancia y riqueza del léxico que Isabel maneja. Ni en el perfecto y elaborado trabajo de definición de los perfiles de los personajes que se convierten en visibles y audibles... casi vecinos tangibles. Tampoco he percibido cambio alguno en ese tono intimista con el que impregna sus letras hasta convertirlas en el hábitat seductor en el que quedamos atrapados y nos movemos al leerlas. Ni qué decir tiene que su perfeccionismo obsesivo se sigue transmitiendo en todas sus páginas que, sin duda, habrá leído y releído muchísimas veces antes de darlas por definitivas... O sea, como la escritora de raza y trabajadora incansable que es, ha sido y será.

Lo evidente es que su última novela, es otra novela, nueva y diferente. Una novela de lectura apasionante, en definitiva; de esas que lamentas que se acaben. Un libro que enriquece la trayectoria de esta gran escritora que me ha hecho sonreír con nostalgia al resucitar la palabra "parágrafo", desplazada por el uso más frecuente de "párrafo", y me ha enseñado el término contractual "sinalagmático", cuando me ha obligado a buscar su significado en el diccionario.

Gracias por todo, querida Isabel. Sigue haciéndonos disfrutar con tu talento.

FRM [17/02/2016]