El Rincón del Nómada

El Rincón del Nómada
La libre soledad del ermitaño es el terreno más fértil para que germine y florezca la creatividad. (Foto propia, 2014. Isleta del Moro, Almería)

sábado, 7 de abril de 2018

La consagración de la primavera

"La danza" de Francisco R: Mayoral. Copia facsímil al óleo, 2003

Siendo muy niño, vi por primera vez la, para mí, genial película "Fantasía" de Walt Disney. Fue desde entonces que comencé a sentirme cautivado por la música clásica que la pantalla me había envuelto en maravillosas y mágicas imágenes animadas. Vi aquella película más de catorce veces consecutivas, lo que pude permitirme por tener una hermana mayor trabajando como acomodadora del entonces cine Panorama, en la calle Cedaceros de Madrid, del que ignoro su estado actual, aunque me parece que ha desaparecido tras ser reconvertido antes en teatro.

"El aprendiz de brujo"
La fiesta de imágenes y sonidos me embriagó por completo. Me subyugó, provocando toda clase de intensas emociones a mi virginal sensibilidad infantil; desde las más tiernas a las más terroríficas, pasando por la divertida, aunque estresante, secuencia de Mickey como "Aprendiz de brujo".

Ahora, desde el recuerdo más entrañable, tendría grandes dificultades para escoger, de entre todas las piezas sinfónicas de la banda sonora, a una de ellas como favorita. He vuelto a ver la película muchas más veces, en vídeo y DVD, con mis hijas y a solas y escuchado todas en varios medios, una y otra vez, sin poder evitar que, de vez en cuando, me vengan a la memoria las imágenes de aquel largometraje iniciático.

Sin embargo, muchos años más tarde, hay un sólo caso en el que la espontánea simbiosis con los dibujos de Disney, se ha visto sustituida en mi mente por otra obra de arte vinculada a "La danza de los jóvenes" de "La Consagración de la Primavera" del compositor ruso Igor Stravinski.


Porque si de pequeño me impactó la música de la historia del desarrollo de la vida en nuestro planeta, descrita y narrada por los expresivos dibujos de "Fantasía"... ¡aquellos dinosaurios! fue, ya de adulto, que me impresionó mucho más, descubrir que el objetivo de Stravinski al componer su obra para ballet fue, según sus propias palabras, "expresar la vida primitiva"; en mi opinión, sacralizada en la danza primaveral de un olvidado rito pagano de fertilidad. Su estreno en el Teatre des Champs Elysées de París por los Ballets Rusos de Diaghilev continúa resonando en la Historia por el escándalo que se levantó en el patio de butacas entre abucheos y aplausos. Entonces, la mayoría de los espectadores se sintieron agredidos por la música y la danza allí expuesta... Otros, con mentalidad más abierta, supieron que se iniciaba una nueva era en el Arte Moderno y así fue.

Henri Matisse, 1909-1910
Y, más tarde, se produjo en mí una nueva asociación plástica, al contemplar, en uno de mis muchos libros de pintura, a los bailarines inmortalizados en la pintura "fauvista" de Henri Matisse "La Danza".

El cuadro original, pintado por Matisse entre 1909 y 1910, está expuesto en el Museo del Hermitage de San Petersburgo y muestra una fiera utilización de los colores y el delineado de las figuras de los danzantes que transmiten una intensa sensación de movimiento y ritmo.

Es, sin duda, una obra maestra del fauvismo que no pude resistirme a pintar en 2003.

FRM [07/04/2018]

No hay comentarios:

Publicar un comentario