El Rincón del Nómada

El Rincón del Nómada
La libre soledad del ermitaño es el terreno más fértil para que germine y florezca la creatividad. (Foto propia, 2014. Isleta del Moro, Almería)

domingo, 25 de diciembre de 2016

El cuarto hombre

Cada vez que he publicado algo relacionado con la broma de los "Tres mosqueteros" referida al grupo entrañable al que me honra pertenecer, junto a Lucho González-Aller y Diego Armario López, es inevitable que algún amigo, casi siempre amiga, comente o pregunte por "el cuarto".

Aramis, Athos y Porthos
Pues bien, sabido es que los mosqueteros que dieron título a la inolvidable obra de Dumas, fueron sólo tres: Athos, Porthos y Aramis. Sin embargo, no es menos cierto que hubo un cuarto amigo que, a pesar de su juventud y de no ser mosquetero, demostró méritos para sumarse a la fraternal amistad y aventuras que compartían los tres legendarios hijos literarios. Se trata del impetuoso D'Artagnan que llegó a París procedente de Gascuña y que, en este caso presente, nos llega de Cataluña, representado con innegables méritos propios por nuestro querido Sergi Font, no  menos hábil con el filo de la palabra e igual de amante de la buena esgrima verbal.

A pesar de las inevitables diferencias con el personaje novelesco, hay que admitir que Sergi reúne suficientes similitudes con él como para desempeñar el papel que propongo y que no dudo será aceptado por mis otros dos camaradas y compañeros de armas.

D´ARTAGNAN

En cuanto a su físico, D'Artagnan es un joven apuesto de cara astuta. La descripción que de él hace Dumas es la de un joven idealista de dieciocho a veinte años, semejante a un «Don Quijote gascón»: cara larga y atezada, pómulos salientes, mandíbula prominente, ojos abiertos a inteligentes y nariz ganchuda, pero finamente diseñada, siendo demasiado grande para ser un adolescente y demasiado pequeña para ser un hombre hecho y derecho. La procedencia gascona de D'Artagnan está presente a lo largo de toda la obra, pues los gascones tienen fama de valientes, aguerridos y sobre todo orgullosos.

En la novela, D'Artagnan se ve envuelto en problemas nada más llegar a su destino parisino y termina por desafiar a duelo a tres de los mejores mosqueteros de Francia. Llegado el momento de su duelo con Athos, quien llevó a Porthos y a Aramis como padrinos, para sorpresa del oponente de los tres, son sorprendidos por los guardias del cardenal Richelieu, quienes intentan arrestarlos, por los edictos de la época que prohibían los duelos. Pero, D'Artagnan se pone del lado de los mosqueteros y junto con ellos, se enfrentan a los guardias y los vencen, provocando la admiración del mismo Luis XIII y la ira del cardenal Richelieu. Así, el gascón termina por hacer amistad con los tres mosqueteros, sobre todo con Athos, siendo para él no sólo un amigo, sino un confidente y segundo padre o hermano mayor.

Y, como siempre, "Uno para todos y todos para uno".

FRM [25/12/2016]

Sergi Font en su rol de D'Artagnan. Fotomontaje propio

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