Los tres monos sabios |
Ha ocurrido repentinamente. De forma inesperada y sin mediar el menor aviso previo. Como una brutal, dramática, descarnada y repentina toma de conciencia de la fragilidad del espejismo de independencia y libertad en el que creemos estar confortablemente instalados.
¡Pobres ilusos!
Las sombras de la caverna platónica no las proyecta hoy el fuego de las antorchas. Son fruto de la electricidad, ese flujo invisible que nos rodea y encadena, apresándonos más firmemente cuando se corta y desaparece... Extraña y sofisticada paradoja.
Hace frío y mi calefacción es eléctrica. Tengo hambre y mi cocina es eléctrica. Dispongo de comida pero está en mi eléctrico frigorífico. Podría calentar un café, pero el microondas es eléctrico. Mis medios de comunicación con el mundo exterior, teléfono y ordenador, son sólo objetos inanes sin suministro de electricidad... Quiero escapar y no funciona el ascensor ni se abre la puerta del garaje...
Me siento inerme e inmerso en uno de los ensayos de Saramago... o impuesto de la sabiduría de los tres monos orientales del santuario Toshogu. Frío, ceguera y silencio. ¿Hasta cuándo...?
Al menos me quedan velas, mi pluma y papel en blanco... Puedo pensar y escribir esto.
[...]
¡Por fin!
Clamé: "Hágase la luz" y la luz se ha hecho. Vuelvo a ser... ¿libre?
FRM [27/12/2016]
Toda una reflexión sobre los condicionantes que nos hemos creado y seguimos creando. Francisco, estas líneas se sienten latir no sólo en tu Rincón preferido como es éste, sino en el corazón de quien las lee con sensibilidad y prudencia. Me identifico en ello porque siento que la cárcel que nos fabricamos, muchas veces nos aprisionan de veras y no nos deja ver la luz.
ResponderEliminarGracias por mostrar alma y vida. Un abrazo.
Teo.
Un simple apagón puede aportar mucha luz, querido Teo. Fuerte abrazo.
EliminarEncadenados a las necesidades que nos creamos, suelo imaginar que vivo aislada de lo que la tierra me ofrece sin depender de nadie ajeno a mí...y es un gozo.
ResponderEliminarUn gusto leerte, rozas la sintonía de mi sentir
Reme.
Querida Reme, esa ilusión no deja de ser un gozo romántico y utópico. Porque estamos demasiado habituados al confort de los adelantos conquistados a lo largo del tiempo y tendríamos que reaprender a sobrevivir en un contexto frecuentemente hostil. Besos y gracias por tu visita.
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