Aunque, sin duda alguna, lo más interesante no es cuándo sucedió esa extrema perversión de valores, sino los curiosos y, para mí, desconocidos motivos que lo impulsaron y transformaron.
Espoleado por mi sempiterna curiosidad, he dado en sospechar que la clave está en la zona oscura que subyace en lo más profundo del espíritu humano. Porque, es evidente y parece indudable que la hermosa cualidad de la inocencia ha sido transformada en una suerte de pretendida y risible estupidez del prójimo, digna de ser embromada, con "gracias", de muy dudoso gusto con frecuencia, que convierten la supuesta "broma" en burla, muchas veces triste por jocosamente humillante para el que la recibe. Porque no se trata de "divertirse con...", sino de "reírse de...".
Sospecho que estamos ante una proyección incruenta del malvado y egoísta "Herodes" que anida en nuestro interior y libera su insegura crueldad inevitable por esa vía, en una epifanía de autoafirmación menos sanguinaria que la bíblica, aunque igual de indeseable y aberrante, en mi humilde opinión.
¿Festividad conmemorativa o inconsciente catarsis purificadora?
FRM [28/12/2016]
Foto propia. "Matanza de los Santos Inocentes". Joya de orfebrería en piedra de uno de los capiteles de la ermita románica de Santa Cecilia en Aguilar de Campoo. |
Recuerdo el asombroso y bien conservado capitel del interior de la ermita que nos saluda entrando en Aguilar nada más dejar la carretera de Barruelo y Brañosera, Francisco. Y celebro también leerte en este pequeño escrito lleno de verdad y talento. Salud, amigo. Teo.
ResponderEliminarTus recuerdos se hermanan con los míos cuando ambos disfrutamos de la evocación de las muchas joyas del "País Románico" que es tu, nuestra, Palencia. El lugar del mundo que más cantidad de este arte medieval atesora.
EliminarY soy yo quien celebra que me visites en este rincón que pretendo que sea de amistad, reflexión y disfrute.
Gracias y un fuerte abrazo, amigo Teo.
una vez más coincido plenamente con tu forma de ver esas cosas raras que nos rodean.
ResponderEliminarSinceramente, no me sorprende. Abrazos, estimado Samael.
Eliminar