cuando la fría hoja de la puerta, afilada como un cuchillo,
golpea el rostro al cerrarse de improviso... sin aviso.
Entonces, sólo se oye la música del quejido dolorido,
crujiendo sus notas en el alma, al ritmo de lo que se ha ido.
No hay palabras, no hay besos, no hay amor...
En el fondo del silencio, gélido y estupefacto,
inesperado y sorprendido,
sólo suena la triste melodía del frío.
FRM [16/02/2014]
Foto propia. Puentetoma (Palencia) |
preciosa foto, preciosas palabras...soledad..vacío...desamor, quejido del alma. Muy bonito. Enhorabuena Francisco por el blog, me está encantando todo lo que voy viendo. Un beso.
ResponderEliminarMuy agradecido por tu comentario, Carmen y muy feliz porque te guste. Un beso para ti.
EliminarUn poema de desolación y fríos, acompañado de una espléndida fotografía; ambos conectan en belleza....
ResponderEliminarFuerte abrazo.
En todo hay belleza si se quiere ver. Un abrazo agradecido, Teo.
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