cayó una mariposa inerte.
Sobre mi mano posó sus alas yertas
¿por qué temblaban si estaban muertas?
En el aire se movían,
estremecidas como aquellos días...
Pero no era el amor ni el viento,
sólo era mi triste y dolorido aliento.
FRM [01/05/2014]
(Foto de archivo) |
Desolador el desamor... Qué bien lo has dibujado con esa poesía...vuela la tristeza... todavía.
ResponderEliminarAmor y desamor son las grandes fuentes de las que principalmente bebe la inspiración poética. Gracias, Ángel.
EliminarLos estados de la alegría y tristeza y esta asociación a lo perdido, entre pintura y poesía , estremece el alma. Gracias Francisco ,un dulce poema ante el desamor.
ResponderEliminarTanto el amor como el desamor son fértiles campos para que florezcan los versos, más o menos afortunados, Marisa. Abrazos.
EliminarFrancisco, asoma con fuerza la melancolía por estos versos tan bellos donde se respira poesía por todas sus anclajes. Nos sacudes con hondura y brillantez, querido amigo. Gracias.
ResponderEliminarTeo.
Gracias a ti, por tus halagadoras palabras, amigo Teo.
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