esqueleto de sueños,
huesos crujientes.
FRM [20/03/2014]
(Foto de archivo) |
El silencio del peregrino solitario es la mejor compañía para la ruta del aprendizaje, la observación, la reflexión y el desarrollo de la creatividad. En este rincón del nómada se irán depositando pensamientos, reflexiones, relatos, poemas, fotografías, dibujos, pinturas... y cualquier otra forma de expresión creativa de su autor que, con esta iniciativa, dejan de ser un acto íntimo y privado para convertirse en público y amistosamente compartido.
Esa es la sensación cuando veo una fotografía del Cañon del Colorado, con aquellas montañas denominadas en Geografía como Cerros testigo, y que quedan a modo de vestigio de lo que pudo ser, fue y lo que es, así como los sueños en forma de proyecto que de alguna manera están intrínsecamente ahí pero que ya no se ven.
ResponderEliminarEs una visión triste, yo prefiero pensar que ese árbol o el cerro testigo o incluso la sabina milenaria que vive en el Hierro, sigue viviendo y por supuesto soñando, quieren seguir siendo testigo de muchas cosas vividas...
Excelente comentario que te agradezco y al que no contesto para no estropearlo. Con seguidores como tú, amigo, este rincón aumenta y mejora sus contenidos.
EliminarAunque nos dejemos morir, Fran, siempre habrá algo en nosotros que nunca muere...o eso quiero pensar, sobre todo una persona como tú, estoy segura que siempre estarás en algún recuerdo, hay personas y momentos muy difíciles de olvidar, y tú, amigo mío has dejado huellas imborrables, y lo que te queda.
ResponderEliminarOjalá sea como dices, querida amiga. Y que a ambos nos quede mucho por dar y recibir. Besos.
EliminarHay gente que es inmortal, no por dejar legados materiales, pinturas, música, obras literarias etc... son inmortales para sus amigos y familiares por su legado personal, por su generosidad, solidaridad, por su sensibilidad hacia los demás en definitiva. Es por ello que serán inmortales con su recuerdo, al igual que vosotros dos, Fátima y Francisco, que me recordáis día a día que no está todo perdido, que hay seres humanos que merecen mucho la pena, que nada tienen que ver con esta sociedad egoísta, ignorante e intolerante. Sois un ejemplo para mí, os quiero.
ResponderEliminarA ese grupo perteneces y por eso eres muy querido tú también, Sergi. Nunca agradeceré lo suficiente a Lucho, el haberte conocido. Fortísimo abrazo, amigo.
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