"Díptico con ventana". Obra propia, acrílico sobre tabla, 2002 |
El arte plástico no es la belleza de lo que ves ni de lo que haces. Es lo que sientes y haces sentir, compartiendo formas, colores, luces y el contraste de las sombras.
En este díptico pictórico, como en la vida misma, la dualidad es una constante. Hay dos piezas libres e independientes, con contenido y vida propias cada una de ellas. Podrían estar en espacios y tiempos diferentes. Sin embargo, cuando se unen, toman su significado completo, nuevo, diferente... pleno. No pierden su esencia, pero comparten las luces y sombras que inunda el espacio interior desde la ventana que les es común. Uno junto al otro, componen un nuevo elemento bañado de la intensa luz que es más apreciable por las sombras que proyecta.
Son piezas diferentes, pero llamadas a formar un todo... en las luces y las sombras.
FRM [25/08/2016]
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