Emocionado por mi reencuentro con el cuadro de Fortuny comentado. |
En el pasado mes de febrero de este año y durante más de tres horas, pude admirar la extraordinaria exposición de la obra de Mariano Fortuny mostrada en el Museo del Prado.
No encuentro palabras para describir la impresión que me produjo la maestría de Fortuny en el uso de la acuarela, imposible de apreciar bien en las reproducciones de los libros de arte, por buenas que sean. Admirar las obras originales es algo irrenunciable, siempre que sea posible.
No son menos impresionantes sus óleos y grabados, así como las copias que realizó de detalles o fragmentos de cuadros de Velázquez, Goya o el Greco.
Pero si algo me ha impactado a título personal es el inesperado y segundo encuentro en mi vida con un cuadro de este pintor que descubrí en 1999 y que nos ofrece la mitad de un fenómeno sorprendente y aparentemente inexplicable o, como mínimo, inexplicado. El cuadro es una obra menor y nos muestra un paisaje que forma parte de un misterio con una sola imagen, prácticamente idéntica, para reproducir dos momentos de un mismo año —1871—, dos lugares distintos y distantes, dos pintores —Manet y Fortuny— y dos obras, cuya única y mínima diferencia significativa es el formato.
En su día, escribí un reportaje más amplio con toda la información de mi investigación personal que fue publicado en la revista digital "El Octavo Sabio", donde argumentaba exhaustivamente lo improbable de que uno de los pintores hubiese copiado al otro. Es posible que, en un futuro próximo, publique aquí los interesantes pormenores de mi investigación.
Ahora, después de mi emocionante reencuentro, y de haber hablado recientemente de sincronicidades, no puedo dejar de compartir ambos cuadros con su insólita, documentada y ¡diferente! ubicación geográfica de los dos paisajes pintados, cuyas imágenes incluyo aquí.
Desde 1999 busco la explicación en diversas fuentes de todo tipo, con resultados infructuosos hasta el momento, en el que lo único que tengo rotundamente claro es que el fenómeno no es fruto de la "casualidad", aunque lamentablemente, hoy en día, aún ignoro la causalidad.
En las imágenes de los dos cuadros, a la izquierda, "Vista de Granada" de Mariano Fortuny (1870/1872), colección del MNAC. Y, a la derecha, "Paisaje de Oloron-sur-Seine", realizado por Édouard Manet (1871), expuesto en la Stuttgarter Gallery.
FRM [24/05/2018]
Manet |
Fortuny |
Una explicación puede ser que ambos pintores visitaran el mismo lugar y, atraídos por éste, lo pintaran a su manera; otra sería que de una manera u otra ambos pintores se conocieran y, admirándose mutuamente y admirando a su vez la obra de uno de ellos, el otro realizara, con la venia de éste, su versión.... En fin: sí que le rodea el misterio al hecho, no tenía yo conocimiento del mismo. Curiosa e inexplicable coincidencia que ojalá logres resolver y contarnos un día, amigo Francisco. A parte del dilema, a mi gusto la obra de Fortuny resulta más suave, más delicada y bella y con ella, puestos a elegir, me quedaría. Gracias por compartir esta artística inquietud tuya.
ResponderEliminarFuerte abrazo.
Intentos racionalistas de explicar lo inexplicable, Teo. Como puedes suponer pasé por ellos antes de profundizar en el misterio y la documentación de ambos cuadros sitúan en lugares distintos el mismo paisaje, como expongo. Hasta donde sé, entre ambos pintores no hubo coincidencia alguna en sus vidas, contactos, relaciones y personalidades, además de sus diferencias económicas. Algún día publicaré en mi rincón todo lo que averigüé en su momento. Abrazos, amigo.
Eliminarno había oído hablar de esta coincidencia jamás y resulta de lo más chocante. Gracias por mostrarla, estaré atento a tus pesquisas.
ResponderEliminarInformaré de las del pasado y ojalá tenga novedades que compartir en el futuro. Gracias, amigo.
EliminarOh! Qué asombroso! Este artículo de Pérez-Cellini que seguro conoces da por sentado que fue Manet quien copió a Fortuny, y cita a su vez un artículo de Cristina Mendoza:
ResponderEliminarhttps://ddd.uab.cat/pub/locus/locus_a2015v13/locus_a2015v13p127.pdf
Supongo que algo te habrá llevado a no coincidir con ellos, ya nos contarás.
Un gusto descubrir tu blog!
Apreciada Ileana, gracias por tu contribución y tus palabras sobre mi blog. Respecto a la información de Pérez-Cellini que me aportas, me ha parecido muy interesante para confirmar algo que no he dudado nunca acerca de la autoría original del cuadro de Fortuny, durante el tiempo que residió en Granada. Sin embargo, eso no demuestra directa ni necesariamente que Manet copiase el cuadro, excepto para quienes sólo acepten la posibilidad de que uno fuese copia del otro. Lo mismo puedo decirte respecto al citado artículo de Cristina Mendoza que sólo aporta conclusiones racionalistas por eliminación, aunque acepta que es un misterio sin resolver, como ya apunté en el reportaje completo que cito en esta publicaciín y que trataré de publicar aquí en otro momento.
EliminarHasta el momento, lo único seguro es que no hay nada seguro, excepto la existencia de los cuadros y el diferente emplazamiento al que hacen referencia.
Un cordial saludo.