El Rincón del Nómada

El Rincón del Nómada
La libre soledad del ermitaño es el terreno más fértil para que germine y florezca la creatividad. (Foto propia, 2014. Isleta del Moro, Almería)

miércoles, 2 de mayo de 2018

El 2 de mayo

Foto de archivo del monumento citado a Daoiz y Velarde con el Arco de Monteleón

Para muchos, la fecha de hoy conmemora la gran gesta liberadora del 2 de mayo de 1808, cuando los madrileños, estimulados y capitaneados por Daoiz y Velarde, se alzaron contra la dominación del ejército napoleónico y el poder del rey impuesto José Bonaparte, irónicamente conocido como Pepe "Botella". Otros lo lamentan, porque toda la sangre vertida en aquella ocasión nos alejó de lo que consideran que hoy sería una sociedad más enciclopedista, culta y educada, más europea por "afrancesada".

Para mí, sin embargo, el mero enunciado de esta fecha me traslada a los felices días de mi infancia y al que fue mi barrio en esos años. Aquellos en los que el monumento a los dos héroes daban sombra guerrera, con paso de ballet congelado, a mis juegos infantiles en la plaza del "Dos de mayo" madrileña. Allí sigue la pareja símbolo de la unión por la libertad; para siempre bajo el portal del Arco de Monteleón que fue la entrada del cuartel de artillería en el que servían y donde se rebelaron contra la invasión napoleónica, muy cerca de la actual y popular calle dedicada a Manuela Malasaña y de la perpendicular que lleva el mismo nombre del cuartel, en cuyo número 9 viví con mis padres, hasta mi propia independencia.

Lindando con la plaza, sigue estando la Iglesia de la Virgen de las Maravillas o parroquia de los santos Justo y Pastor, en la que me bautizaron, hice la primera comunión y asistí a la preceptiva catequesis, así como a las tradicionales "Misas del Gallo" navideñas, sin olvidar la confirmación y los embadurnamientos frontales de los miércoles de ceniza.

En otra de las calles afluentes, estaba el jardín de infancia en el que empezaron a desasnarme hasta que tuve la edad de ir al cole "para mayores" de Isabel la Católica. Centro educativo que aún existe junto al antiguo mercado de Barceló, hoy reconvertido en gran centro comercial y a poca distancia de la plaza que protagoniza esta fecha y mis recuerdos.

Así pues, para mí, hoy no es el día de la Independencia. Es el día de mi feliz infancia en la que no teníamos de nada pero nos sobraba de todo.

Felicidades a todos, sea lo que sea lo que conmemoren, recuerden, celebren o... lamenten.

FRM [02/05/2015]

No hay comentarios:

Publicar un comentario