La vida sorprende con toques de belleza. Paseando bajo mi ventana. |
El escritor Justo Sotelo siempre dice que escribe porque es feliz. Sin embargo, yo lo hago porque es una de las cosas que me hace feliz.
Es posible que mi diferente e inversa percepción de causas y efectos, se deba a que no me considero un escritor; a lo sumo y parafraseando al maestro Umbral, alguien que "escribe cosas".
Y hago mía la declaración de John Boyne: "Escribo porque me encantan las palabras. Escribo porque leo. Escribo porque siempre quiero saber qué ocurrirá a continuación."
"Hacer versos malos depara más felicidad que leer los versos más bellos."
Porque, de vez en cuando, la vida puede sorprender con un feliz toque de belleza en la mirada, donde nadie lo esperaría. Y entonces... lo hago mío, lo disfruto en silencio, lo fotografío, lo pinto o intento describirlo con palabras, simplemente por el mero placer íntimo de gozar con ello y conservarlo.
FRM [21/05/2018]
Escribir y ser feliz puede ser proporcional a escribir y sin embargo no serlo.
ResponderEliminarCuando no se es feliz y se escribe, hacerlo puede ser una especie de exorcismo de la causa de la infelicidad o, como mínimo, un bálsamo que alivia mientras se acude a la cita obligada con la alegría y la vida.
EliminarUn beso cómplice y enorme, Inmaculada.
A mí no sé si me hace feliz escribir, Francisco, pero sí hay momentos que la sensación se le acerca; otros, no, pues me invaden las dudas constantemente, me atabalo, sufro -sobre todo pintando- y me hacen estar inseguro. Sin embargo.... Sin embargo necesito hacer ambas cosas desde bien pequeño, pues me desahogan y a veces me transportan al país de la magia. Tu escrito es un canto a la creatividad, un impulso beneficioso porque, como bien sabes cerrar el escrito, se puede conseguir sorprender con un toque de belleza, y ésta es sin duda hermana gemela de la felicidad y de la inteligencia; sin ellas, nada positivo es posible. Gracias
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, querido amigo.
Aunque ya no son pocas, no dejan de sorprenderme las similitudes que descubro entre nosotros. Esa tensión, mezcla de placer y sufrimiento, que alcanza al organismo desde el alma, es algo que he sentido y siento desde siempre al pintar y escribir, incluso al fotografiar. Con frecuencia, la pulsión alcanza tal intensidad que se me aferra al vientre como pujando por necesitar salir desde ahí. Como en tantas otras ocasiones, me identifico contigo en ese camino hacia la magia recorrido una y otra vez.
EliminarY puede que la felicidad radique en la forma de hacer ese camino, con independencia de la meta final... si existe.
Gracias a ti, amigo Teo. Fuerte abrazo, siempre agradecido.
Escribir es parte de mi personalidad, esté o no feliz. Me encantó tu escrito Inma.
ResponderEliminarCiertamente, Inma. No sé si es parte de la personalidad innata o de la adquirida (probablemente de ambas), pero así lo siento yo también. Gracias por tu visita y comentario.
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