Está pintado con pinceladas de diferentes estilos y técnicas que se han ido superponiendo. Algunas ya casi diluidas por el tiempo y otras con intensa y espesa textura. Dadas todas con más o menos torpeza, pero siempre con intensa pasión. El barniz que lo recubre oculta más que protege; oscurece zonas con el tiempo al envejecer.
En ocasiones, me evoca el famoso retrato de Dorian Gray, pintado por Oscar Wilde, pues lo percibo como un camino que empieza más lejos y avanza más que yo mismo hacia horizontes invisibles; ese yo, con frecuencia suspendido en instantes inmóviles.
Preñado de infinitos detalles, sobre el fondo de un "sfumato" compuesto de vaporosos olvidos. En él, destacan las intensas y definidas formas de muchas experiencias, sentidas, vividas en diferentes y sucesivas reencarnaciones; plurales renacimientos tras las sucesivas muertes iniciáticas de los cambios que dejan huella indeleble en las marcas de las cicatrices y la memoria de los besos.
Rica y compleja es la gama de tonos y matices, de luces y sombras. Pero la paleta básica la componen simples y no demasiados colores, todos complementarios. Los de los recuerdos —reales o imaginados—, los de los falsos recuerdos deseados, los de momentos apasionados, los del amor acumulado, los de la esperanza retocada, los de la confianza decepcionada, los del sexo disfrutado, los de los sueños de vigilia, los de fusiones y confusiones, los de todos aquellos que me han acompañado y los de muchos que me han dejado...
No es una gran obra de arte, pero encuentro que tiene un cierto encanto, más que otros cuadros similares que conozco. Me gusta bastante, nunca lo suficiente, empero. A veces, me pregunto cómo será visto por los demás observadores que deambulan por este museo, yendo y viniendo; y, aunque intuyo las respuestas, me intriga pensar qué sienten los otros, cuando la contemplan o ni la miran... Pero, en realidad, no importa demasiado. Soy consciente de que hay gustos para todo y de que son preguntas retóricas sin más alcance que la curiosidad que siempre enmarca ese cuadro, muchas veces restaurado.
FRM [06/05/2018]
Mi vieja paleta, siempre fiel. |
Marlene Revilla me dice : "Seguro que te gusta este cuadro"
ResponderEliminarSin palabras. Cuánto esfuerzo, cuántas combinaciones de colores, cuántos intentos y logros....
Un abrazo a los dos.
Gran amiga esa otra palentina que ahora es otro punto en común entre nosotros, aunque sus ocupaciones no le permitan participar demasiado en la red social que compartimos. Muchas gracias por tus palabras sobre mi "cuadro". Fuerte abrazo.
EliminarReitero:
ResponderEliminarMarlene Revilla me dijo un día : "Seguro que te gusta este cuadro"
Sin palabras. Cuánto esfuerzo, cuántas combinaciones de colores, cuántos intentos y logros.... Esa paleta tiene el color de la duda, de la pasión, del esfuerzo, de la vuelta atrás, de la alegría de sentir algo conseguido....
Un abrazo a los dos.
Y yo reitero mi agradecimiento a ambos por vuestra amistad generosa y a ti por tu presencia en este foro que es de y para todos mis amigos. Abrazos.
EliminarDe mi amiga Nieves Tapia, transcribo con mi agradecimiento:
ResponderEliminarTu paleta tiene los colores del otoño y a ella le dedico esta "cosa":
(...) qué aliento tan lento el del otoño
qué grises sus rojos y qué pardos
se adama mi alma vegetal
en humus talar y amortiguado (...)