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| Foto propia |
No pierdas el tiempo ni la energía en el anhelo de perseguir o esperar el gran amor de tu vida. Disfruta del amor que te dé vida en cada gran instante de tu existencia.
FRM [28/12/2014]
El Rincón del Nómada
La libre soledad del ermitaño es el terreno más fértil para que germine y florezca la creatividad. (Foto propia, 2014. Isleta del Moro, Almería)
Cuánta razón...
ResponderEliminarY hay instantes que valen toda una eternidad.
EliminarLa vida no es llegar a la meta, la vida es disfrutar de esos pequeños pero grandes momentos en ese camino que te lleva a la meta. ;)
ResponderEliminarEl auténtico peregrino sabe que la meta es cada uno de los pasos que se dan, con independencia del hipotético final del camino. Otro tanto sucede con el amor que debe entenderse como un gratificante estado permanente de uno mismo y no como un sentimiento coyuntural polarizado en otro, tal vez inexistente. Lo que no excluye compartirlo de diferentes formas y con distintas personas a lo largo de la existencia.
EliminarExactamente, le amor de tu vida es ese, el que vives a cada momento, a lo largo de tu vida. Lo otro que han intentado vendernos no es más que una fábrica de frustraciones.
ResponderEliminarPorque lo que nos han vendido no tiene nada que ver son el amor, es un contrato de intereses mercantiles, políticos y religiosos.
EliminarEs una muy buena recomendación, amigo Francisco. Si esperamos a ese supremo amor idealizado, quizás no llegue nunca y nos hallamos perdido el gozo de sentir el amor que nos reclama día a día atención. Fuerte abrazo.
ResponderEliminarEse es el fondo de mi reflexión y la forma de mi actitud, amigo Teo. Gran abrazo para ti. Gracias.
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