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| (Foto de archivo) |
El balcón bostezaba
sobre asfalto caliente,
aspirando aire sofocado
en esa hora de plomo
que sólo mueven las moscas.
Con ritmo pausado
vuela con gesto indolente
el humo de tabaco inhalado,
quemando el tedio,
que anida en las brasas.
Presa en el fuego la mirada,
trayendo al presente
las brumas del pasado...
cenizas de un amor y medio
al que llegan las rebajas de verano.
El cigarrillo se acaba,
pesa espeso el ambiente,
cuando el orgasmo es olvido
en cuerpos vacíos
de ambiciones más elevadas.
Y todo lo llena el silencio.
Y todo lo llena el silencio.
FRM [08/04/2014]
Éste me gusta mucho!!!
ResponderEliminarSi le gusta a una poetisa de nacimiento, es que algo voy aprendiendo. Gracias, poemante.
EliminarYo no soy poeta, pero también me ha gustado mucho. :)
ResponderEliminarSi te soy sincero, yo tampoco lo soy. Respeto demasiado la poesía para considerarme como tal. pero me gusta tanto que, a veces, me expreso en lo que considero más una prosa pretendidamente poética...
ResponderEliminarSea como sea, lo importante y satisfactorio es que te haya gustado y mucho. Gracias por comentarlo, Susana.
UN poema, que puede ser reflexión poética donde se reflejan distintas situaciones que se pueden producir en ese verano de incomunicación, pérdidas y emociones. Placer de leerte, poeta.
ResponderEliminarUN abrazo.
Lo has sintetizado a la perfección, amigo Teo. El placer es mío y lo produce tu comentario. Gracias y abrazos.
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