Pues bien, en la máxima abstracción de ese concepto, creo haber captado el mejor retrato de mi nieta Daniela, capturando la expresión del gesto de sus padres, mi hija Helena y Jorge, su marido, mientras contemplan a su niña jugando incansablemente.
En esas expresiones gemelas, inconscientes de estar siendo fotografiadas, está contenida el alma de esa pequeña maravilla de seis años, portadora de amor y energía sin límites. Porque todos somos lo que inspiramos en los demás. Y Daniela es tan única como lo son esas miradas de sus padres y el momento fotográfico que han regalado a mi cámara.
FRM [25/01/2015]
Foto propia, Helena, Jorge... y Daniela |
Haciendo mentalmente esa abstracción del retrato de Daniela, puedo dilucidar como es su carita, bella y alegre, pero el interior -que es mucho más difícil de retratar- seguro que es el de una niña inteligente, de casta le viene al galgo, en este caso, gatita... ;)
ResponderEliminarEs una preciosidad. Por acuerdo con sus padres, no colgamos ninguna foto suya en Internet, pero ya te haré llegar alguna en privado. Y, cierto, asombrosamente inteligente. Gracias, Sergi.
EliminarEs la expresión de "caída de baba" pura y dura...totalmente justificada
ResponderEliminarBabeantes a tope. Pero es que yo estaba igual...
EliminarGracias por vuestras palabras. Es curioso. Nada hubiera sido capaz de hacer sin ella. Me siento muy orgulloso de Daniela. Y de su madre. Somos una gran familia, chicas!
ResponderEliminarMotivos tienes, Jorge. Como yo, para sentirme más que orgulloso de vosotros tres. Besazo.
EliminarTu yerno es Nikonista. ¿Como lo lleváis?
ResponderEliminarComo en todo, nos llevamos maravillosamente. Yo tampoco haría ascos a una Nikon, y menos como la suya. Pero llevo tantos años siendo fiel a CANON que aquí sigo.
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