Almas heridas se bañan de luz y enjugan dolores.
Reciben energía que resucita bellos momentos con vocación de futuro.
Pétalos de recuerdos se disuelven en fragantes hechizos evocadores que embrujan y conmueven.
Se desvanecen cansancios, se secan las lágrimas y, de su humedad, rebrotan ilusiones.
No hay negro rechazo y la distante indiferencia encabritada se calma y serena.
Reduce el paso al dulce trote que se torna deseo de remota pero renovada esperanza.
Deseo de desvelar y recibir el calor de las luces irisadas del pasado.
Recuerdos de un futuro soñado...
En burbujas ardientes de sol y luna llena.
FRM [15/01/2015]
Foto propia, desde mi ventana |
Es precioso, estos son los post's chulos...
ResponderEliminarMuchas gracias, hermano.
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