no soporto los reglamentos,
las rígidas reglas
que producen lamentos.
No a los inquisidores,
a los jueces sin fundamento
y a los pretendidos temores
que amargan buenos momentos.
Vivir libre y feliz
es la norma que respeto,
haciendo del amor estado
y no pasajero sentimiento.
No causar a nadie daños,
aceptando diferencias
que son sólo ilusiones efímeras
ante el paso de los años.
Rechazo la hipocresía
la falsedad y la mentira,
y sólo compasión e indiferencia
otorgo a su penosa existencia.
Defiendo mis ideales
más que intereses personales
y de todos aprendo mucho
den bueno o mal ejemplo.
A quien me quiere me acerco
y, de quien no, me alejo.
Pues no hay mayor tormento
que soportar lo indeseado.
Vivir y dejar vivir
es la mejor opción
para sentirme feliz
en la soledad de mi rincón.
FRM [30/01/2015]
"Moisés" Heston. Dibujo propio con tinta china, a mis 12 añitos |
Hago mío cada uno de los "preceptos".
ResponderEliminarNo tengo la menor duda.
EliminarMe quedo con la última estrofa... si me la prestas. Claridad de e ideas para buenas reflexiones.
ResponderEliminarTe la regalo, la reescribo a diario. Gracias.
EliminarNo hace falta decir que estoy contigo, que asumo el poema como si fuera propio en contenidos, Francisco. Hay una cierta idea de la vida que nos acerca mucho sin duda, que compartimos.
ResponderEliminarGracias por este poema tan natural, como espontáneo; tan necesario, como sincero.
Abrazos.
Teo
Por lo que ya he tenido ocasión de conocer de ti, querido amigo, no me sorprende en absoluto lo que dices y soy yo el que te agradece que así lo expreses en tu comentario. Fuerte abrazo.
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