Pero, si se perpetúa el sentimiento de culpa, los errores se convierten en un lastre de sufrimiento enfermizo que consume y daña más con cada día que pasa.
Por ello, si se llega a encontrar la compañía de una persona que no lo reproche periódicamente, desde el perverso, nocivo e imborrable recordatorio constante... se trata del hallazgo de un tesoro único que hay que conservar toda la vida.
FRM [24/12/2014]
"Enamorados con la luna". Chagall |
Maravilloso cuadro.
ResponderEliminarEn efecto. Chagall es uno de mis favoritos y muchos de tus cuadros me lo recuerdan. Éste me encanta y me ha parecido muy apropiado para "vestir" mi reflexión. Gracias por refrendar mi elección, Ángeles.
EliminarEl reproche continuo puede convertirse en un auténtico martirio, cada recriminación o crítica en forma de regañina es una gota malaya que va erosionando la relación con la persona, transformando a la persona con más confianza en un timorato, en un berzotas del tres al cuarto, en un individuo que se queda sin personalidad, sin libertad y sin ilusión... He sido testigo de algún conocido que lo ha sufrido, y puede llegar incluso a llevar a la autodestrucción. Es totalmente cierto que el que encuentra a una persona que te valora, o que es de reproche amable, cariñoso y constructivo, tiene un auténtico tesoro.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo contigo, Sergi. Te agradezco mucho el interés que has puesto en desarrollar mi reflexión con tu amplio comentario. Fuerte abrazo.
EliminarBuena reflexión y precioso cuadro.
ResponderEliminarGracias por tu opinión sobre mi reflexión. Sin duda es un gran cuadro.
EliminarBuena reflexión, Francisco. Todos sabemos que el reproche es un síntoma de que algo va mal, de que algo que hacemos o nos hacen nos molesta. Si este reproche es continuado, no te deja crecer como persona y si proviene de la otra persona, es tóxico y puede hacer fracasar la relación o anonadarte. Dices bien, Hay que tenerlo presente y evitarlo...
ResponderEliminarEn cuanto al cuadro de Chagall, ¡qué decir! Conmueve tanta delicadeza, tanta ternura, esos colores, esas líneas, esa aparente facilidad del pintor para dejarnos un trocito de amor y magia. Gracias, amigo.
Un abrazo.
Teo.
Muchas gracias por tu acertado comentario, Teo. Personalmente considero que el reproche constante no solo no corrige, sino que aumenta el problema y, desde luego, genera abismos en las relaciones... Al contrario de lo que transmite el cuadro de Chagall. Fuerte abrazo.
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