(Imagen de archivo) |
Esa mujer que nunca vacila,
pisotea el amor como si fuese la hierba
machacada por el caballo de Atila.
Mil veces ha sido amada,
pero siempre, a su paso, deja
muchas leguas de tierra arrasada.
Son sus hombres de usar y tirar.
Ama, negándolo pertinaz
o hace el amor sin amar.
Uno tras otro, pasan por su cama
y todos fallan y se desvanecen,
porque ninguno merece a tan ilustre dama.
Pobre niña que no ve la edad
y que su encanto es fugaz...
Qué sola estarás en la hora de la verdad.
FRM [04/08/2013]
Querido... estás un tanto negativo. A ver si cambias de registro y escribes cosas algo más positivas! Si necesitas inspiración, me ofrezco voluntaria...
ResponderEliminarLa verdad es que he tenido momentos mejores, pero en este caso "estaba". Porque, como puedes ver, ese poema lo escribí en 2013, aunque lo haya publicado recientemente al aparecerme entre papeles de hace tres años. Sin embargo, tu propuesta inspiradora que acepto encantado, me va a llevar a buscar más. Vale la pena... o la alegría.
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