Foto propia, escuchando el silencio al anochecer |
¿Quién dice que el silencio no se oye?
Sólo hay que escuchar atento,
porque está preñado de sonido intenso.
En la soledad de la noche lo percibo,
sentado en un banco, a esta hora frío,
ante la puerta del cerrado cementerio.
Suena y resuena el silencio
cuando sólo se mezcla con el lejano ladrido
de algún distante buen amigo.
Es un sonido espeso, palpitante y pastoso,
como de melancólico hueco vacío
que, intenso y profundo, en el alma se abre
y cobija la ceniza de lo que ya no arde.
Es auténtica y sincera su música ausente
que, bajo el relente, pone ritmo y fondo
a remotas palabras y gestos fugaces e indolentes.
Es melodía verdadera que nunca miente.
Sí, es de noche y estoy frente al cementerio,
donde yacen los huesos yertos de besos y arrebatos,
como ruinas de adolescentes y torpes garabatos,
trazos mal pintados de efímeras alegrías maduras
que, en un suspiro, se resecan, olvidan y no perduran.
Descansen en paz y tengan buen reposo,
porque el hueco que han dejado
ya lo ocupa un recuerdo hermoso.
FRM [03/09/2015]
Dicen que el silencio es nuestro grito más fuerte. Un saludo
ResponderEliminarY, con frecuencia, la respuesta más elocuente. Gracias por tu visita y tu comentario, amiga Sonia. Saludos cordiales.
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