apartó el negro y cálido manto
que cubría sus cuerpos desnudos y exhaustos.
La luz naciente inundó el sueño
y, tal vez despiertos, soñaron de nuevo,
sintiendo agradecidos un mundo nuevo.
FRM [15/06/2015. Segunda estrofa, 03/12/2017]
Obra del pintor Serge Marshennikov |
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