Flores de nenúfar flotan evocando recuerdos. Foto propia |
entre cardos y nenúfares,
flotando ingrávidas y cómplices,
sobre recuerdos y magnética belleza.
Maternales y secos, los unos, a contraluz de la memoria.
Discurriendo lentos y en silencio, los otros,
sobre el agua dulce que fluye renovada
empapando el tiempo casi estancado
con un olvidado y suave color.
Vuelven sensaciones no recordadas...
o, quizá, nunca sentidas.
Presentidas, sí.
Soñadas, tal vez.
Deseadas sin esperanza, acaso.
Rejuvenece la torpeza adolescente
llena de húmedos sabores,
de distracciones y ausencias,
del deleite de miradas perdidas,
de desviada atención
y concentración extraviada...
Se renueva el juvenil brillo
que encuentra un hombre sin buscarlo
Memoria filial |
Suceso inesperado y trascendente
locura que potente eclosiona,
inexplicable e inevitable.
Locura que une bocas sonrientes.
Locura dulcemente saboreada.
Locura cultivada entre las flores secas
de maternos cardos regalados
y bellos nenúfares evocados.
Locura perpetuada en una rosa disecada.
FRM [10/01/2019]
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