este nuevo 6 de enero
con tranquilo corazón
pues todo y nada espero.
Mi alma bien se siente
cuando sereno saboreo
el amor de un café caliente
mientras miro mi correo.
Y... ¡Oh, sorpresa!
ante mi mirada
encuentro sobre la mesa
el regalo de un hada.
Reina de corazones,
capaz de sacar sonrisas
con los pequeños detalles
concebidos sin prisas.
Amapola intemporal
que te adelantas a tu tiempo
con belleza y humildad,
la más suave entre ciento.
Gracias por tu autenticidad,
color y calor de invierno,
que conforta toda orfandad
poniéndome dulce y tierno.
Un beso enorme y glorioso
de mi parte te han dejado,
legendarios y generosos.
los viejos Reyes Magos.
FRM [06/01/2017]
Foto propia, paseando bajo mi ventana. |
Preciosa poesía, Francisco.
ResponderEliminarEres polifacético, como los grandes prohombres del Renacimiento.
Verdaderamente, en las pequeñas cosas está la grandeza de la vida.
Muchas gracias, Antonio. Pero no es para tanto. Sólo me gusta distraerme de formas diferentes con las que trato de divertirme. Esas pequeñas cosas que mencionas...
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