Foto propia, desde mi ventana. |
Esta noche la luna descansa. Ha bajado hasta el suelo empapando mi morada. Reposa cansada en un frío lecho de tierra mojada. Y yo la miro hipnotizado desde mi ventana. No puedo dormir y, en la vigilia, sueño que me musita una nana con sus húmedos labios de nácar. Tan cerca... tan lejana. Tan dentro de mí, inundado de su luz blanca... al otro lado de mi ventana, con mis huellas grabadas.
FRM [23/01/2013]
La luna descansa bajo el manto de tus letras.
ResponderEliminarPrecioso poema.
Un beso
Y entre ellas, con amigas como tú, me siento arropado. Besos y gracias, María Perlada.
EliminarSensibilidad a flor de piel, Francisco: el efecto embrujador de la luna... Bello y poético sentimiento.
ResponderEliminarEs cierto ese efecto embrujador que mencionas, Teo. Y parecer ser que nos afecta de manera especial a los nacidos bajo el signo astrológico de Cáncer. Gracias, amigo.
EliminarBuena imagen, buena letra, buena mùsica..... :)
ResponderEliminarBuen amigo. Gracias, Eduardo.
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