Boceto propio. Rotuladores sobre papel, 1978. |
«Elohi, Elohi, lema' šebaqtani...»
Esas palabras en arameo que el Evangelio de Marcos pone en boca de los últimos momentos de la agonía crística, martillean en mi mente cuando, en estos días, no puedo dejar de pensar en el mundo que vivimos...
Y son perfectas para acompañar, en este Viernes Santo, a mi mano dolorosamente clavada al madero, pues es la mía izquierda la que tomé de modelo cuando boceté este otro punto de vista de la crucifixión que hoy siento que protagonizamos todo el género humano ajeno al Poder y víctima de sus desalmadas y auténticas deidades.
No basta "ser un amor" para librarse del tormento y el dolor de ser rechazado y agredido por quien ayer te aplaudió y celebró.
Lástima que mi naturaleza, sólo humana, no me deja fe ni esperanza alguna de resurrección de los derechos humanos olvidados entre el humo de balas y cirios, entre saetas de acero y piedras y otras cantadas...
FRM [30/03/2018]
No hay comentarios:
Publicar un comentario