FRM [17/02/2015]
El silencio del peregrino solitario es la mejor compañía para la ruta del aprendizaje, la observación, la reflexión y el desarrollo de la creatividad. En este rincón del nómada se irán depositando pensamientos, reflexiones, relatos, poemas, fotografías, dibujos, pinturas... y cualquier otra forma de expresión creativa de su autor que, con esta iniciativa, dejan de ser un acto íntimo y privado para convertirse en público y amistosamente compartido.
jueves, 5 de marzo de 2015
Entre dos aguas
Pensando en todos los que siempre están entre dos aguas, esos que nadan y guardan la ropa y encima consiguen no mojarse, recubiertos de una capa de cal y dos de arena, iluminados por las llamas de una vela puesta a Dios y otra al Diablo.
FRM [17/02/2015]
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Éste tema me trae muchísimos recuerdos Fran, lo he vivido intensamente.
ResponderEliminarComo todos los que asistimos al nacimiento de esa maravilla única.
EliminarDéjame que ahora sea un poco provocador para hacer algo de debate. ¿El no "mojarse" en un tema o no posicionarse en un bando para quién es negativo o nocivo? y en to caso ¿Esa ambigüedad no es una postura de abstenerse no es igual de válida o que cualquier otra? Son muchas las ocasiones en las que el ser humano se encuentra en una posición "incomoda", no por lo que los demás puedan opinar o pensar, sencillamente por no tener clara, o no ver de forma nítida las posturas, o por tener diferentes puntos en común y otros en contra. ¿ Qué me dices? ;)
ResponderEliminarMe encantan las provocaciones con inteligencia, porque eso estimula la mía.
EliminarTu planteamiento parece irreprochable, pero sólo lo parece. Porque ambos sabemos que la duda es una postura aconsejable, legítima e impulsora, mientras que la ambigüedad no es ni lo uno ni lo otro. Ser ecléctico o intentarlo, es una posición inteligente, analítica y tolerante, muy distante de la superficial hipocresía de los que "nadan y guardan la ropa".
Hay una prueba definitiva. El ser humano honesto e intelectualmente lúcido que se encuentre en la posición que tú defines, mostrará la suya invariable a todos los que se sitúen en uno u otro de los posibles extremos posturales, intentando aprender de ambos. Aquellos a los que critico, adoptarán la postura que más grato los haga a los ojos de uno u otro; o, como mínimo, eludirá el compromiso de manifestar sus propias y legítimas dudas, suponiendo que se haya tomado la molestia de tenerlas.
Gracias, amigo.
La especificación que haces en el blog me lo aclara, estamos hablando entonces de aquellos que guardan las formas o las apariencias, aquellos que en definitiva adoptan un opción por el que dirán y no por sentirlo o pensarlo desde su más íntimo "yo".
EliminarTe respondo por aquí y por el muro de Facebook. Un abrazo!!
Exacto. Hablamos de los que nadan y guardan la ropa y encima consiguen no mojarse, recubiertos de una capa de cal y dos de arena, iluminados por las llamas de una vela puesta a Dios y otra al Diablo. Abrazo para ti, amic.
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