pisando en música suave.
Un sofá confortable,
piernas entrelazadas.
Lectura compartida,
letras susurradas.
Un beso se desliza
fugaz como una mirada.
Dos generosas tazas de té
que calientan las ganas.
Sonrisas cómplices
de anécdotas recordadas.
Conversación interminable
sobre historias de todo y nada...
Un viejo chándal con "bolas",
crecidas como venerable barba,
envoltorio sugerente,
más que una blusa escotada,
anunciando el privilegio
del encanto enmascarado.
Risas a carcajadas
que descansan en sonrisas,
ponen música de fondo
a la interminable charla.
Y después...
Paseamos de la mano
para dar envidia al mundo.
FRM [28/10/2015]
"El beso". Rodin (Foto de archivo) |
Wuuaauuu, hasta el chandal con bolas me gusta.
ResponderEliminarGracias, Inma. Son momentos impagables, como los de leer tus comentarios.
EliminarMe ha gustado volver a leerlo...
ResponderEliminarMe alegro mucho, Inma. Aunque mejor es vivirlo y volver a vivirlo...
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