Foto propia. Cabo de Gata (Almería) |
Escuché su canto
tentador
entre el fragor de las olas,
rompiendo contra los escollos
de las agrestes costas
del pasado.
Sin dudarlo
me arrojé
a las turbulentas mareas
que me hablaban,
encrespando espumosos susurros
en cresterías arrebatadas.
Oleaje de pasión pagana,
preñada de arena mediterránea,
con siglos antiguos
dormidos,
recuperados,
desde viejos mitos olvidados.
Aguas que lamen suaves,
amorosas y tiernas,
las orillas, tiempo ha, resecas
haciendo recuperar la humedad perdida
a los rincones ocultos
entre musgo, arena y piedra.
Y revive la sirena,
su risa canta y su canto grita
en el clamor de la pleamar
como nunca alzada
en un tiempo sin tiempo
resucitado y eterno.
Ella regresa al fondo
entre luces y sombras,
y el navegante queda en tierra,
recuperados,
desde viejos mitos olvidados.
Aguas que lamen suaves,
amorosas y tiernas,
las orillas, tiempo ha, resecas
haciendo recuperar la humedad perdida
a los rincones ocultos
entre musgo, arena y piedra.
Y revive la sirena,
su risa canta y su canto grita
en el clamor de la pleamar
como nunca alzada
en un tiempo sin tiempo
resucitado y eterno.
Ella regresa al fondo
entre luces y sombras,
y el navegante queda en tierra,
pies en arena de nostalgia,
enviando esperanzado
una rosa en su botella.
FRM [05/08/2019]
enviando esperanzado
una rosa en su botella.
FRM [05/08/2019]
Seductor lugar. Y el escritor poeta que observa lo que ve y tamiza el lenguaje para dejarnos unos sentidos versos, consciente de que la palabra escrita es la huella común de la memoria. Espléndido, querido amigo.
ResponderEliminarEl lugar es mágico, Teo, y de visita obligada si no lo conoces. Allí, las olas toman la palabra y dictan lo inolvidable. Un fuerte abrazo, querido amigo.
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