El Rincón del Nómada

El Rincón del Nómada
La libre soledad del ermitaño es el terreno más fértil para que germine y florezca la creatividad. (Foto propia, 2014. Isleta del Moro, Almería)

jueves, 11 de septiembre de 2014

Viajando a Ítaca

(Foto de archivo)

He recorrido océanos de tiempo. He navegado con y sin viento. He buceado a mil besos de profundidad. He sentido la fugaz caricia del momento. He aprendido de los errores y fracasos y he sido herido por el infiel éxito...

De nada o de todo me arrepiento ni lamento. No hay diferencia; porque sé que, al final, la vida es casi un puro cuento.

Dicen que de la vieja la conseja. Puede que esa sea la moraleja. En mi caso, al hacerme viejo, debería ser el consejo... el de que hagas que tu vida sea dulce y embriagante, como el vino añejo.

Cultiva la alegría y derróchala, porque te lloverá felicidad. Siembra sonrisas y, para cosechar, no tengas prisa. Los mejores frutos, los más sabrosos, maduran a sol lento y sin apremios de golosos.

Haz que tu viaje de regreso a Ítaca sea largo, como aconseja Kavafis, pues es en el camino donde se adquieren y acumulan las mejores vivencias. Tiempo habrá para recalar tranquilo en buen y acogedor puerto, cuando se esté preparado y libre de pesados fardos y resentimientos.

Y, como dijo Mika Waltari, con la voz del faraón de "Sinuhé el Egipcio": Que así se escriba y así se cumpla.

Amén... o Amón.

FRM [01/08/2014]

6 comentarios:

  1. Amigo, cuando uno descubre, después de haber hecho tantas cosas y haber sido objeto de tantas otras, que la vida es puro cuento, lo mejor es dejarse llevar y confiar en que algún día, tal vez pronto, llegará el final feliz y que durará para siempre jamás... Llámalo Ítaca, si quieres. Lo he disfrutado muchísimo.

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    1. Para mí la felicidad no se encuentra en ningún "final", sino en las pequeñas etapas cotidianas, paso a paso, día a día. Por eso, como Kaváfis, pido que mi camino sea largo y sin prisas...
      Me alegra que lo hayas disfrutado, querida amiga.

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  2. Estoy muy de acuerdo, la felicidad está en ese caminar del caminante, en esas pequeñas cosas tan gratificantes aunque en apariencia sean insignificantes y en el tiempo casi imperceptibles. Mi deseo es que ese camino sea largo y lleno de aventuras, pero como bien dices sin prisas, sin tiempo que me apremie. Siempre tengo presente al gran Kaváfis.

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    1. Esas pequeñas cosas enormemente gratificantes, como encontrar entre los seguidores de este blog a uno de mis mejores y más queridos amigos. Bienvenido a este rincón que es de mis amigos tanto como mío. Abrazos Sergi, .

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    1. Triple agradecimiento, Sonia. Por tu grata visita, por tomarte la molestia de comentar y por tu deseo, al que correspondo recíprocamente. Besos.

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