El Rincón del Nómada

El Rincón del Nómada
La libre soledad del ermitaño es el terreno más fértil para que germine y florezca la creatividad. (Foto propia, 2014. Isleta del Moro, Almería)

martes, 30 de junio de 2015

Luna de miel

La luna te mira
y se vuelve de miel
porque admira y desea
la suavidad de tu piel.

FRM [30/06/2015]

Foto propia, paseando bajo mi ventana

Calor que congela

El calor tórrido
congela el tiempo
al evaporar el agua
de mi clepsidra,
convertida en humedad
para nuestros cuerpos
que se funden y refundan.

FRM [29/06/2015]

(Foto de archivo)

viernes, 26 de junio de 2015

Te pinto

Mi copia facsímil del cuadro "Modelo" de Matisse, óleo sobre tabla, 2002

Contemplé tu desnudez, a punto de tenderte en el fondo blanco de las sábanas. Sentí mis manos como manojos de pinceles dispuestos a extraer todos los colores de tu cuerpo. La paleta de sabores exhuberantemente rica de matices. Y tu piel, esa piel suave y satinada, superficie hecha de texturas infinitas, esperando ser pintadas por la caricia de mis dedos.

Y, en ese instante fugaz en el que te desperezabas sobre el albo lecho, mi alma de pintor se hizo aprendiz de poeta y te pensó sentida como un haiku...

"Tú abandonada
bajo las pinceladas
en blanco lienzo."

FRM [11/11/2013]

El vuelo y el mar

Foto propia, Almerimar

"Tú vuelas, yo estoy en el mar"

Volaba sobre el mar
y su grandeza lo hechizó.
Acariciantes aguas
de azul y verde atracción.

El ir y venir de sus mareas,
brillantes crestas de olas,
como joyas de sirena
con canto cautivador.

Arenas de huellas borradas
con iluminada humedad,
magia hipnótica para soñar,
ceguera de incomprensión.

Con ilusión renovada
y plumas de fe en las alas
voló más cerca, más bajo,
con imprudencia fascinada.

Y el agua lo salpicó,
mojando su plumaje
que el oleaje envolvía,
con amoroso abrazo.

Pero lo que nunca pensó,
sin poderlo imaginar,
es que las alas empapadas
impedirían, entre perlas, volar.

Hoy se encuentra hundido,
perdido en un bosque marino,
de arrecife coralino,
sin luz ni aire para un suspiro.

FRM [25/06/2015]

miércoles, 24 de junio de 2015

Ventana a la que muchos se asoman

"Ventana abierta" de Juan Gris. Copia facsímil de FRM en óleo sobre tabla, 2003

Me siento feliz de que, después de una larga singladura, mi blog de pintura ha cruzado el simbólico Rubicón de las 25.000 visitas.

Este humilde, pero importante para mí, acontecimiento, me ha hecho reflexionar sobre un fenómeno que me parece curioso.

En la vida de esta galería virtual, que en noviembre cumplirá sus cuatro años de existencia -nació el 11/11/2011- sólo se han publicado 45 entradas en su página principal, aunque se han hecho actualizaciones de las otras páginas que contiene.

Por ello, esas más de 25000 visitas, me parecen un logro modesto, pero muy meritorio. Y destaco el reducido número de entradas publicadas, porque ello da más importancia a la que más visitas ha recibido, llegando a totalizar algo más del 10% del total.

Estoy refiriéndome a la entrada con el óleo de mi copia facsímil del cuadro "Ventana abierta", la conocida obra de Juan Gris que lidera la estadística de visitas con 2.505, en el momento en que redacto estas líneas.

El cuadro enmarcado (53x77 cm)
Aunque la cantidad casi nunca transmite la calidad, parece lógico deducir que ese cuadro atrae más que otros, por uno u otro motivo. Sin embargo, no ha recibido ni un sólo comentario, aunque ciertamente hay muy pocos en todo el blog; tampoco se ha puesto de manifiesto el menor interés de posible compra, a pesar de su bajo precio, teniendo en cuenta su tamaño y que está enmarcado, como así se ofrece. Ni siquiera cuando se ha visto beneficiado periódicamente por ofertas de significativos descuentos en ciertas épocas de tradicional compra de regalos, como la Navidad y Reyes..

¿Las visitas que lo distinguen son sólo por curiosidad sin mayor alcance o son malos tiempos para la "lírica"... de los pinceles?

FRM [24/06/2015]

martes, 23 de junio de 2015

Realismo con alma

Obra de Antonio G. Beguer

De nuevo me enfrento al gratificante vértigo de atender la petición de un amigo que me solicita una "crítica" de su obra artística.

Es muy gratificante, por el honor que me hace su elección de una pluma que nunca llegará a la categoría de sus pinceles. Y vértigo, porque carezco de la formación y criterio para ejercer como crítico del arte pictórico que amo y respeto como rendido aficionado desde mi infancia.

No viéndome capaz de ser un buen crítico, me repele la posibilidad de sumarme a la petulante legión de los malos que suelen aburrirme hasta el hastío, cuando me veo enfrentado a sus "ombliguistas" opiniones y redacciones engoladas de pretendidos especialistas.

Afortunadamente, me sentí relajado cuando mi amigo me dijo: "Me interesa mucho que indiques tu opinión personal". Porque esa sí la tengo, clara, definida y firmemente afianzada. De eso y por eso, sí me atrevo a escribir sin pudor, porque sólo a mí propia honradez personal debo lealtad, aunque me reste objetividad, si es que esta discutible posición es posible.

En consecuencia, dependiendo sólo de mi limitada capacidad para ello, trataré de transmitir mi opinión sobre este gran artista y buen amigo que es Antonio González Beguer.

Plácido Domingo (Beguer)
Descubrí la obra de "Beguer Pintor", como se denomina en facebook, en esta red social entre cuyo abigarrado pajar busco y, a veces, encuentro afiladas agujas de diferente valor. Su hallazgo, hace algo más de dos años, fue uno de esos pinchazos con aguja de oro que pasan de la piel y llegan al estómago con ese estremecimiento inevitable de hallarse ante algo capaz de conmover e interesar a todo amante del arte en general y de la pintura en particular.

Desde entonces, son muchas las obras que he podido admirar de este magistral autor autodidacta que, a la mitad de su vida, ha realizado una enorme cantidad de obras, tanto por encargo como por deseo propio. Su calidad e inusitada capacidad de trabajo es tal que es de esos afortunados genios que se dedica exclusivamente a lo que le gusta hacer y tan bien hace... pintar incesantemente.

Antonio G. Beguer
Este zaragozano, nacido en 1959, es, por sus méritos, restaurador de bienes culturales de Aragón en la especialidad de pintura. Lo que, sumado a los muchos encargos que recibe, apenas le deja tiempo para pintar otras temáticas propias o realizar exposiciones. Por este motivo, la mayoría de sus obras son retratos y figuras, aunque sus incursiones en los bodegones son realmente espectaculares, cuando es capaz de convertir en materia artística los elementos más vulgares y cotidianos, como unas simples latas de refrescos. También se nos ha mostrado como un consumado pintor de arquitectura en una reciente serie de óleos de iglesias y catedrales que reconstruye en la tela con el mimo y la precisión de los artesanos canteros constructores del pasado.

Su pintura es realista, pero tiene "ese algo" que recrea la realidad dotándola de una dimensión que los ojos no siempre perciben, pero su mirada capta y sus pinceles describen estéticamente. Beguer nos adentra en esa extraña poesía que late en los detalles insignificantes, por los que siente pasión y, sin caer en la obsesiva exacerbación, paradójicamente irreal, del hiperrealismo,  nos muestra en sus lienzos el alma retenida eternamente de las personas y objetos que pinta.

Pasión por el detalle
A quienes contemplamos su obra nos aporta una nueva vivencia de la mirada al realismo figurativo que puede aportar aquella "felicidad intemporal de la visión" de la que hablara Aldous Huxley. Esa contemplación en la que confluyen la ensoñación con el reconocimiento de las formas.

Probablemente la clave de esa percepción, de casi imposible descripción, está en que su obra está impregnada de la esencia de lo pintado. Es un realismo con alma que trasciende su técnica magistral.

He repetido el adjetivo de "magistral", eludiendo la intencionalidad laudatoria. Es magistral, porque Antonio G. Beguer ejerce generosamente de maestro de cuantos seguimos su trayectoria, dedicando tiempo y atención a regalarnos amplias explicaciones de su forma de pintar, mostrándonos, incluso, el paso a paso del desarrollo de algunas de sus obras.

Y es que Beguer es, antes que pintor, un gran ser humano. Un buen hombre, lo que llamamos coloquialmente una bella persona. Puede que sea por eso, porque su propia alma se mezcla con los pigmentos, por lo que su obra puede definirse con todo rigor como "realismo con alma".

Mi sincero afecto, respeto y admiración para ti, amigo Antonio.

FRM [06/06/2015]

sábado, 20 de junio de 2015

El deseo de Teseo

Qué pequeño se siente Teseo
ante las largas piernas,
columnas de jade, que guardan
la entrada al templo de Afrodita
entre los satinados capiteles
de los torneados muslos.

No temió enfrentarse al Minotauro
en el laberinto cretense
aferrado al hilo de Ariadna,
y ahora tiembla ante el hipóstilo acceso.
Pero no es de temor su agitación,
es el deseo lo que anuda su estómago.

Su mirada, nublada por el sudor,
recorre la distancia interminable
desde los basamentos hasta la cúspide
del delicado y bello edificio
que guarda y rinde culto a vida y amor,
proclamado por las cúpulas coronadas
de las curvas de dos senos perfectos.

Palpita su corazón a ritmo de galope
cuando imagina hundir sus dedos entre los cabellos
que brotan sobre los ojos, ventanas luminosas
abiertas, rimando con los húmedos labios
como fuente para la sed más insaciable
que reseca la boca del héroe extasiado.

Cierra los ojos Teseo y sueña...
y siente su sueño...
y, con ello, de su deseo se adueña.

FRM [20/06/2015]

"Un lugar inevitable", copia facsímil de la obra de Úrculo, oleo sobre tela, 2003

miércoles, 3 de junio de 2015

Precaución

En las relaciones personales ocurre lo mismo que en la Naturaleza. En ocasiones, hay que acercarse mucho para comprobar que, lo que parecía una flor diferente, en realidad era un mal bicho.

Y, entonces, te puede picar dolorosamente...

FRM [03/06/2014]


Foto propia, paseando bajo mi ventana