El Rincón del Nómada

El Rincón del Nómada
La libre soledad del ermitaño es el terreno más fértil para que germine y florezca la creatividad. (Foto propia, 2014. Isleta del Moro, Almería)

viernes, 26 de septiembre de 2014

Encanto efímero

Foto propia, dejando huella en Almería

A veces sucede... Sentimos o nos hacen sentir que hemos dejado una profunda huella en el corazón de otra persona. Marca indeleble de un instante que se sueña como permanente e imperecedero... Para un "siempre" inesperada y anacrónicamente pasajero.

Pero sólo es ilusión fugaz que se desvanece con el flujo de la marea que arroja crestas espumosas de palabras ondulantes, o se esfuma bajo el suave soplo de la brisa airada que aparenta besar la arena hollada, en un incierto y frívolo simulacro de amorosa y dubitativa despedida.

Efímero encanto de inolvidables momentos inaprensibles e irrepetibles.

FRM [25/09/2014]

6 comentarios:

  1. Suele pasar, Francisco Rodríguez Mayoral, ya que la frivolidad no tiene nada que ver con lo permanente, ni con la perseverancia, ni con la felicidad o desgracia de la persona. Actúa en la superficie de las cosas, y la superficie es casi siempre banal, áspera y desigual, y, en ese caso concreto del que hablas, como inútil ilusión. La persona frívola es aquella incapaz de apreciar en su totalidad el peso y el valor de las cosas, fluctúa sobre la nada. En fin, que es puro humo o desvanecimiento.
    Un abrazo, apreciado amigo.
    Teo.

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    1. Lo has definido a la perfección, amigo Teo. Gracias y abrazos.

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  2. Ser agua, río o mar: espiritualidad de vida; abstracto de canto lejano. Un placer leerles. Saludos

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    1. Muchas gracias, Rosario. El placer es mío al recibir tu visita en este rincón de amistad, añadiendo tu huella a las de esta entrada. Saludos cordiales.

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  3. Sucede pocas veces pero ocurre y sí, queda huella profunda, aunque si no es reciproca hay que sobrevivir y se sigue caminando a pesar de ella, y por encima de ella...
    Lo bonito es el recuerdo que deja esa huella, como la que queda en mi blog de algún amigo que por allí pasa o la que dejo yo aquí con sumo gusto.
    Un saludo afectuoso.
    Reme.

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    1. Yo pienso que la pretensión de "dejar huella" en alguien como objetivo existencial está condenada al fracaso y es tan efímera y fugaz como lo he intentado describir. Me parece que deja más huella en el propio recuerdo que en el de la otra persona que se pretendía hollar.
      Otra cosa son las huellas de amistad que representan estos comentarios o lo que tú recibes en tu blog que dejan constancia de afecto y valoración, pero eso es otra cosa que la que yo pretendía transmitir.
      Mi afecto para ti, Reme.

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