El Rincón del Nómada

El Rincón del Nómada
La libre soledad del ermitaño es el terreno más fértil para que germine y florezca la creatividad. (Foto propia, 2014. Isleta del Moro, Almería)

martes, 13 de enero de 2015

Luz y sombra

Díptico de luces y sombras. Obra propia, acrílico sobre tabla, 2002

Los poetas juegan constantemente con la luz y la sombra, aún más que con la realidad y el deseo. Pues, tanto la realidad como el deseo, son sentidos y percibidos como luz o como sombra. El deseo se expresa como algo luminoso en algunos poemas o como algo oscuro en otros. Así como la realidad también es expresada en sus aspectos de luces y sombras, según la enfoque la mente del poeta. Al fin y al cabo, estamos en un mundo donde se vive constantemente la experiencia de luz y de sombra. Siempre entre contrastes.

Conocer la sombra por experiencia es un camino posible, pero duro y difícil, y el resultado es el testimonio de melancolía y callejón sin salida que a veces comunican los versos. Hecha la oscuridad, el poeta busca alguna luz para alumbrar su entendimiento. Una y otra vez, a lo largo de los años y de los poemas, nos brindan sus autores la lucha de la luz y de la sombra en su interior, pues no hay sombras sin luz.

El poeta es capaz de embellecer con la palabra incluso los estados indeseables de la mente. La soledad es luminosa o sombría según el estado mental con que la vive el poeta. Escribir desde el cansancio sombrío puede seducir a los demás o calmar de momento la necesidad de luminosa comunicación. La mente del poeta puede ser arrastrada hacia la sombra u orientada hacia la luz en un constante vaivén.

Desde estas reflexiones e incapaz de plasmar en versos rimados o libres la serena soledad preñada de luz y las inevitables zonas umbrías que ella provoca, me surgió la necesidad de pintar este poema simbólico narrado, a modo de estrofas de color, en dos piezas independientes y complementarias que conforman una sola imagen visual, luces y sombras inseparables.

En el díptico pictórico, como en la vida, la dualidad es una constante. Como ya he dicho, esta obra consta de dos piezas libres e independientes, con contenido y vida propias cada una de ellas. Podrían estar en espacios y tiempos diferentes. Sin embargo, cuando se unen, toman su significado completo, nuevo, diferente... pleno. No pierden su esencia, pero comparten las luces y sombras que inunda el espacio interior desde la ventana que les es común. Uno junto al otro, componen un nuevo elemento bañado de la intensa luz que es más apreciable por las sombras que proyecta. Son diferentes, pero llamados a formar un todo... en las luces y las sombras.

El resultado no es uno más uno, es un "nosotros", siempre unido.

FRM [13/01/2015]

4 comentarios:

  1. Fátima Reyes Garcia13 de enero de 2015, 23:39

    Perfectamente definida, esta pintura es pura poesía,como bien dices con su luz y su sombra.

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  2. Es un texto muy sentido, muy entrañable, un tema que me agrada especialmente y al que suelo dedicarle algún rato al día. Por eso me ha motivado leerte, Francisco, y también descubrir esa hermosa y significativa pintura. Tu sensibilidad te lleva a escribir textos deliciosos, que recomponen el gozo de leer o escribir, de indagar entre esas luces y esas sombras. Estas líneas, junto a díptico, poseen unos grados de sinergia que parecieran dictados suavemente al oído del lector. Una fortuna que lo compartas. Gracias.

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    1. El afortunado soy yo por tener el interés y atención de personas con tu sensibilidad, amigo Teo.

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