El Rincón del Nómada

El Rincón del Nómada
La libre soledad del ermitaño es el terreno más fértil para que germine y florezca la creatividad. (Foto propia, 2014. Isleta del Moro, Almería)

jueves, 22 de septiembre de 2016

Crónicas de amor negro (19) - Fábula moral

Cuenta la leyenda que, un buen día, fuese la bella niña a escribir y contar cuentos a bucólicas tierras galaicas. Y aconteció que, hallándose sumida y acurrucada en el vergel que la rodeaba, rodeada de paz y tan sólo por pajaritos turbada, descubrió que a la ocasión la pintan calva y que la ocasión con ojos tiernos la miraba...

¡Oh! Maravilla encantada, qué dulzura embelesada... Con lo mucho que a ella le gustaba sopesar repetidamente las frentes despejadas, incluso si se adornan con velluda barba, además de portar alabarda. Feliz y halagada, con la semilla siempre fértil de su amplia y seductora sonrisa, sembró la cosecha que, en menos de un mes, degustaba como hembra experta en ardides y, en esas lides, muy ducha y duchada.

En tan fermosa coyuntura, precursora de inevitable coyunda, sólo una cosa perturbaba su mente fecunda... Pensar que, leal y paciente, su pareja amante la esperaba... a pesar de que ella ya estaba cansada.

Por fortuna, para sus deseos estimulados, el problema lo resolvió, en sus creativos paseos por románticos caminos, zanjando la relación con espiritual explicación, por el cómodo y escueto procedimiento de escritos argumentos, tal y como lo fueron sus otros muchos cuentos llenos de encantamientos. Todo es mejor que sentirse enfrentada a una mirada dolorida, incrédula y asombrada.

Dicen las meigas que la dulce niña hoy disfruta feliz, gozando su nueva y conquistada ventura, tras cruzar el Rubicón, en esta nueva y repetida ocasión. Escribiendo entre el follaje, gozosa y tranquila en su estrenada aventura,sin importarle para nada el destino dañado de la anterior relación... que nunca tuvo, cara a cara, una verosímil ni clara explicación para la indigna y lábil despedida, sólo hecha por escritos mensajes, tan diferente a otros terceros homenajes.

Y surgen las conjeturas, los "veremos lo que dura"... Porque resulta una paradoja que quien ya muchos calendarios deshoja, diciendo perseguir pareja, con obsesión entre ceja y ceja, cuando la tiene disponible, se sienta presa entre rejas, alegrándosele enseguida la oreja con el zumbón aleteo polinizador de alguna otra abeja. Por lo que parece que vive en un eterno suma y sigue.

Al menos, dicen las viejas como moraleja, es de justicia reconocer que ocasiones nunca deja perder y que llegó, vio y venció, con inusitada y extrema rapidez, para seguir dedicada a la amorosa brega de acumular hermosas entregas.

FRM [11/09/2016]

(Imagen de archivo)

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