El Rincón del Nómada

El Rincón del Nómada
La libre soledad del ermitaño es el terreno más fértil para que germine y florezca la creatividad. (Foto propia, 2014. Isleta del Moro, Almería)

lunes, 5 de enero de 2015

Amigo Félix Rodríguez de la Fuente

Un divertido momento profesional compartido en enero de 1978

A lo largo de la andadura de mi existencia he tenido la fortuna de conocer y trabar estrecha amistad con grandes personajes muy queridos que me han hecho sentir que yo también podía ser grande, algo muy infrecuente en una sociedad de cultura envidiosa y cainita.

Lamentablemente, muchos han dejado de caminar a mi lado por estos terrenales senderos y han tomado el que conduce directamente al cielo. Al pensar en algunos de ellos, no he podido dejar de rememorar a mi entrañable, recordado y llorado amigo y maestro Félix Rodríguez de la Fuente. Me honró con su demostrado afecto y amistad y con él tuve el privilegio de disfrutar mucho trabajando y compartiendo comidas y cenas con prolongadas sobremesas de gratas y enriquecedoras tertulias.

Porque Félix, como otros buenos amigos anónimos, era una de esas personas que tenían su propia grandeza haciendo destacar la ajena, con cariño constante y sin citar jamás las limitaciones e inevitables errores de los que ningún humano se libra y, cuya reiterada mención, sólo es un obstáculo y un lastre para el desarrollo de quienes queremos de verdad.

Félix nos dejó absurda y prematuramente el 15 de marzo de 1980, al día siguiente de cumplir sólo 52 años. Y a la mitad del último proyecto profesional que compartimos y que tuve que finalizar triste y solo en homenaje a su memoria entrañable.

Querido amigo Félix Rodríguez de la Fuente, te envío mi cariño allí donde te encuentres, sin duda narrando tus muchas anécdotas y compartiendo tus extensos conocimientos con miles de ángeles hipnotizados por tu pedagógica, personal e incomparable capacidad de comunicación improvisada que no necesitaba nunca de guiones escritos previamente.

FRM [04/01/2014]

4 comentarios:

  1. Para mí es todo un ídolo de la infancia, al igual que Jacques Cousteau, no me perdía ni uno de los capítulos de "El Hombre y la Tierra", de hecho recuerdo con cariño que le pedí a mi madre que me comprara una libreta como la del amigo Félix, para dibujar y garabatear animales, tal como hacia él. Con él y su trabajo muchos españolitos en edad infantil aprendimos a conocer, apreciar y amar a los animales, él forma parte ya de la vida de toda una generación, y aunque no tuve la la suerte de conocerle en persona -cosa que me hubiera encantado- de alguna manera es como si lo hubiese conocido de toda la vida, sentí mucho su prematura despedida, sin duda fue un gran hombre.

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    1. Sus famosos "cuiadernos de campo"... Eran una joya. Un gran hombre, sin duda que nos dejó antes de tiempo, Sergi.

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  2. Fátima Reyes García11 de enero de 2015, 12:26

    Grande el amigo Félix!!!me alegro un montón de vuestra estrecha relación de amistad, gracias a la cual he conocido un poco más de él por las anécdotas que con cariño me has contado, y espero tener la oportunidad de seguir escuchando.

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    1. Eso dalo por hecho. Son muchas las anécdotas y más las ganas de verte y compartirlas. Besos.

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