El Rincón del Nómada

El Rincón del Nómada
La libre soledad del ermitaño es el terreno más fértil para que germine y florezca la creatividad. (Foto propia, 2014. Isleta del Moro, Almería)

domingo, 24 de junio de 2018

Un complejo jardín

La vida puede ser y, de hecho, yo creo que lo es, tan compleja, hermosa, intrincada, críptica, barroca, policromada... y abarrotada de mil y un pequeños pero importantes detalles, como el conocido, y sospecho que poco comprendido, tríptico "El Jardín de las Delicias" del Bosco.


El misterioso e intrigante tríptico de "El Jardín de las Delicias"

Muchos lo han contemplado y muchos más se detendrán perplejos y asombrados, más o menos absortos en la observación de cuanto acontece o parece mostrar. Pero sólo unos pocos elegidos por la diosa de la más minuciosa paciencia se tomarán la molestia y harán el esfuerzo de penetrar en la comprensión de sus arcanos más ocultos que, como en la vida misma, se presentan tan evidentes que pasan más desapercibidos por ello.

Las figuras, los colores, la luz, la maestría en suma de la pintura, son la superficie del trampantojo en la que las miradas se detienen embriagadas, limitando la comprensión de la mente. La capa externa que muestra y deslumbra para ocultar a la vez.

Pero hay más, mucho más, cuando se aprende a mirar con los fascinados ojos del alma, aceptando el esfuerzo de recorrer el largo y poco concurrido camino del conocimiento y la observación de los detalles para abrir sus puertas...

Detalle de la puerta
Por ejemplo, no exclusivo ni excluyente: Las interpretaciones canónicas de las tres tablas se hacen "leyéndolas" de izquierda a derecha, siguiendo la pauta de lectura occidental. Como consecuencia, se pretende deducir que la primera muestra un paisaje del Paraíso Terrenal con Dios junto a Adán, en el momento de presentarle a Eva. Fácil y diáfano... Demasiado fácil y no tan diáfano. Porque Dios ya nos ha sido mostrado en el dorso de esa tabla, visible al cerrarse el tríptico. Y ahí, el Bosco lo define con la iconografía convencional de un paternal anciano coronado que está dedicado a una de las jornadas de la creación del mundo. ¿Por qué, en el interior cambia de aspecto y se nos muestra rejuvenecido, más cercano a la imagen estandarizada de Jesucristo? Y ¿por qué hay anacrónicas escenas de muerte y violencia en el supuesto Jardín del Edén, imposibles antes del pecado original?

Otra observación interesante es el hecho de que en las tres tablas sólo hay dos figuras humanas vestidas. El supuesto "Dios" (¿Jesús?) de la primera y otro que no indico dónde está para que el lector intrigado lo busque. ¿Cuál será la razón y el significado de esta curiosidad? ¿Simbolismos a decodificar? ¿Mensajes encriptados equivalentes a los de los constructores de catedrales?

Dudas, curiosidades que se concretan en preguntas a las que buscar respuesta, apariencias que pueden no ser lo que creemos o nos cuenta la ortodoxia oficialista... En definitiva, como en la vida misma y, quizá, más allá de lo que llamamos vida.

FRM [24/06/2013]

2 comentarios:

  1. ufff, mi vista ya no es lo que era, amigo, no encuentro al otro ser vestido. Me gustaría tenerlo en frente para verlo minuciosamente y seguramente, en ese momento, también me haría algunas preguntas más... Besos

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    1. En el tamaño que me permiten las limitaciones del medio, no lo veo ni yo y eso que sé dónde está... Pero en Google puedes encontrar reproducciones más grandes e incluso `por fragmentos, si estás interesada, Karyn. Gracias por tu visita al jardín de mi rincón. Besos.

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