Entre ellos, desde Ataúlfo hasta Rodrigo, se dieron nombres tan pintorescos como inolvidables... Liuva, Chintila, Wamba, Égica y Witiza, son sólo algunos de los que se enumeraban de carrerilla junto a Recaredo que, por cierto, a mí me sonaba a repartidor de paquetes y mensajes.
Sin embargo, los historiadores han olvidado injustamente al noble Dalia que, además de bello y delicado como una flor, acabó siendo elevado a los altares profanos como San Dalia y designado patrón de los zapateros y los turísticos guiris con calcetines.
Nos ponemos a sus pies en fresco y cómodo homenaje.
FRM [30/10/2014]
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(Foto de archivo retocada) |
¡Qué bueno, qué bueno...! Gracias a este santo pagano, existe la libertad de calzado. Por cierto ese modelo de sandalia es monísimo. Creo que es un buen momento para reconocer que, a pesar de no ser guiri, algún inesperadamente fresco, día de verano, me he puesto calcetines con ellas. Pero un santo tan bueno, todo lo comprende y lo perdona. Un saludo Francisco.
ResponderEliminarJajajaja... Tengo unas sandalias muy parecidas... Y, es verdad, es un gran santo.
EliminarQue sería de nuestros acalorados pies en verano sin él...jijjiji
ResponderEliminarBien dices.
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