Empujo las horas del calendario en intento esperanzado de acelerar el paso del tiempo.
Algunos huyen, inconscientes de lo inútil del gesto.
Yo lo deseo; por eso no escapo, acudo a su encuentro.
Algunos no lo conocen; no saben que es real en un sueño.
Yo lo deseo.
Vuelvo a Cientonce, un lugar que existe, porque lo llevo dentro.
Quienes temen envejecer con el paso del tiempo, desconocen que, en unas horas, se pueden recuperar años dichosos de plena juventud.
Cientonce es un lugar que existe en las agujas de un reloj, girando al revés.
Yo lo deseo, con todo mi ser.
FRM [06/06/2019]
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Foto propia. Mirada metafórica con los ojos del alma |
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