Llegó la ocasión. Se acercó tímidamente al recuerdo de aquellas palabras y acarició uno de sus muslos. La ocasión le ofreció sus labios y su momento...
Ella eligió otra cosa, al menos esa vez. Era otro tiempo o un destiempo.
Y lo más probable es que, de las abundantes y encrespadas ganas, sólo quedasen escasas y lacias canas.
FRM [29/05/2018]
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Mirada metafórica desde mi ventana. |
No me lo perdono, años de conocer al autor del blog por el muro y me dejo la mejor parte en el blog. ¿Será porque cada vez disfruto menos en las pantallas estas?. Dese luego por aquí si que volveré, porque hay mucho que ver.
ResponderEliminar"Nunca es tarde, si la dicha es buena", solía decir mi madre. Gracias por tu visita y tus estimulantes palabras, amigo Carlos.
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