domingo, 15 de abril de 2018

Montaña rusa

Lentas subidas, prolongadas sin pausa. Somos impulsados por la inevitable fuerza que se opone a la ley de la gravedad. Arrastrados por la potencia del motor de la innegable verdad. Emocionante ascensión hasta el clímax del punto de inflexión. Se supera la cumbre de la curva y comienza el vertiginoso descenso. Se pierden las referencias. Cielo y suelo se mezclan y confunden.

Estómago contraído, visión nublada y húmeda, pensamientos azotados por el viento, sabor agridulce del miedo asumido que alimenta el alarido. Pánico al vacío. Y placer masoquista que conduce al reposo excitado del siguiente ascenso. Se confirma la estabilidad, se reduce el riesgo, la mueca vuelve a ser sonrisa; voces audibles, presión en las manos que retornan a su caricia abandonada... Una y otra vez, durante todo el ensortijado enredo del convulso trayecto. Muelle que se estira y encoge, como el alma embarcada. Imposible y plausible. Entre pasiones contradictorias que mueven, conmueven y remueven. Sacando del fondo de las vísceras lo que se ignoraba que allí anidase...

Y vuelta a empezar... hasta el final del alterador recorrido, diseñado por una mente perversa que ignora la paz y el placer del sosiego. Esa malévola entidad que convierte las aflicciones en atracciones o viceversa.

Toda una metáfora de algunas relaciones que son indeseables atracciones. Tan hechiceras y paradójicas como cabalgar, entre gozo y sufrimiento, en una larga y retorcida montaña rusa. Gozosa y dolorosa tentación. Alternativamente, siempre... hasta el final.

Algunos se apean y se alejan en solitario, abandonando la compañía. Otros, mareados, revueltos y con náuseas, se caen desplomados. Sólo los más fuertes permanecen siempre unidos.

Para muchos, desapareció la emoción; nunca volverán a subir. ¿O sí? Nunca se sabe...

FRM [17/03/2018]

Mirada metafórica (Imagen de archivo público)

2 comentarios:

  1. Un hermoso y sabroso texto literario, que encierra una gran verdad bien resumida en las decisorias líneas finales. Toda una metáfora de lo que estamos viviendo y posiblemente viviremos, y sus posibles reacciones. Gratificante leerlo y entenderlo desde esta perspectiva de hoy, y asumir riesgos y decisiones.
    Un abrazo siempre agradecido a estos encuentros.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Querido Teo, como siempre, agradezco tu amable visita a este Rincón de amistad y me alegra mucho la lectura que haces de este relato metafórico que pienso que retrata muchas situaciones personales y colectivas.
      Un fuerte abrazo para ti y soy yo el agradecido.

      Eliminar