miércoles, 15 de febrero de 2017

Innecesario desapego

Hay afortunados momentos en los que no es preciso apelar al manoseado concepto del "desapego" para alejarse liberado de algo o alguien que una vez se amó. Basta con que quede en evidencia que su inestable y mendaz realidad no merece confianza ni el menor respeto.

Porque se puede no odiar aquello que no se respeta, aunque inspire rechazo y repulsión. Pero es, de todo punto, imposible amarlo.

FRM [15/02/2017]

Foto propia. "Agua no potable", paseando por Madrid

4 comentarios:

  1. Estoy de acuerdo, amigo y mientras mayor me hago, más selectiva me pongo, no quiero perder mi tiempo y ganas con personas que no valgan la pena. Besitos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Coincido contigo y comparto plenamente tu criterio, querida Karyn.

      Eliminar
  2. Yo también estoy de acuerdo con lo que nos dice Karyn y corroboras tú, Francisco. Magnífico tu "Innecesario desapego. Por fortuna la edad nos va enseñando a decir que no, a saber distinguir entre unas almas y otras, o apreciar una beatífica soledad.
    Fuerte abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, querido amigo. No me cabe ninguna duda de cuál es tu forma de pensar y sentir que por fortuna, una vez más, compartimos. Aunque por mucha edad que acumulemos algunos románticos, no terminamos nunca de aprender. Abrazos.

      Eliminar