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Foto propia, paseando por La Castellana madrileña |
Cuando la curiosidad insaciable repara en que todo tiene un significado oculto bajo la superficie de lo que se nos muestra como evidente y simple en apariencia, se descubren las fascinantes causas originarias de lo que nos ha llegado en forma de fábulas, cuentos aparentemente infantiles o legendarias narraciones mitológicas.
Tal es el caso del nacimiento de las tradiciones culturales en las que los duendes son presencias recurrentes en el imaginario colectivo tradicional. Duendes, gnomos o enanitos, han llegado hasta el presente de muy diversas formas y especialmente en forma de imaginarias narraciones infantiles que, tal vez, no sean tan imaginarias ni tan infantiles.
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Amanita muscaria |
Resulta muy interesante saber que en ciertas lenguas, más o menos antiguas, el hongo citado recibe los nombres que se traducen por "sombrero de rana", "excremento de sapo", "escondrijo del sapo", "asiento de sapo", "pan de sapo" e, incluso, simple y directamente "sapo".
Ello explica por qué. tanto el hongo como el batracio, comparten la peculiaridad de ser tabú entre los pueblos esencialmente micófobos y causantes de una repugnancia irreprimible.
El motivo es que ambos —sapo y seta— producen alcaloides o sustancias enteógenas de efectos psicoactivos equivalentes. La bufotenina (derivado de la serotonina, importante neurotransmisor) de los sapos es muy similar a la muscimola que sintetiza la Amanita muscaria, en cuanto a sus efectos denominados alucinógenos en el ámbito médico.
En consecuencia, no resulta nada sorprendente que la ingesta o asimilación de esas sustancias, condujese a la "visión" de entidades tan sugerentes como los duendes y los príncipes encantados, como nos ha sido legado en la superficial y aparente inocuidad de las narraciones aludidas, llenas de doncellas esperanzadas y brujas en cuyos alquímicos obradores nunca faltan los sapos. Por no mencionar los efectos experimentados por Alicia, la heroina de Lewis Carroll, en su visita al "País de las maravillas". Y es que, como decía el chamán yaqui Don Juan Matus a su discípulo Carlos Castaneda, hay una "realidad aparte".
Lo cierto es que "hay otros mundos pero están en éste", tal y como afirmó certeramente Paul Éluard.
FRM [28/02/2016]
(*) Más información en el libro "El hongo y la génesis de las culturas" del Dr. Josep Maria Fericgla.
Muy interesante, Francisco. Un gozo de lectura este "Sapos y príncipes", se te agradece esa prosa ágil y apasionada que pones en ello.
ResponderEliminarQue tengas un buen día.
Teo
La materia es apasionante por sí misma y hace muchos años que me interesa especialmente. Gracias por tu comentario, Teo. Abrazos.
EliminarMuy interesante. Gracias por el delicioso texto tan bien documentado.
ResponderEliminarMuchas gracias a ti, querida amiga Graciela, por tu visita a este rincón y tu halagador comentario.
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