Por eso, cada uno de los diferentes presentes, está lleno de la alegría del nacimiento de las nuevas florecillas y el grato recuerdo de aquellas que las precedieron.
Quizá lo más difícil es llegar a saber cuándo, cómo y por dónde cortar en las ineludibles podas periódicas para mantener la planta viva y sana.
FRM [11/06/2014]
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Foto propia, Jardín Botánico de Madrid |
Dicen que las cepas de vid con más años son las mejores, sobretodo para los caldos más valorados... deja las podas y por supuesto las vendimias vengan de forma natural, saben regularse por si solas, y seguro que las próximas cosechas pueden ser mejores que las pasadas... ;)
ResponderEliminarGracias, amigo.
EliminarMe encanta tu positividad en cada momento, y estación, de la vida. Mientras ésta continúe no deja de crear más vida y alegría... Como haces tú regalándonos estas prosas poéticas y bellas metáforas.
ResponderEliminarComparto la opinión de Sergi... Las próximas cosechas seguro que serán más dulces que las anteriores. Gracias, Francisco.
Gracias a ti, Ángel. Porque no se trata de mi positividad, sino de la que la propia Naturaleza regala y que tanto nos enseña, si la escuchamos.
EliminarTienes buen ojo para descubrir belleza a tu alrededor y nos lo demuestras con tus fotografías. Podar no es fácil, y equivocarse sí. Abundo en tu advertencia sobre el cuidado de dónde aplicamos la tijera. Lo que cortas difícilmente lo recuperas. En esto quizás también haría falta una papelera de reciclaje a lo Windows para poder restaurar jajaja.
ResponderEliminarEsa es una idea excelente, Raúl. De todas formas, la propia Naturaleza en su infinita sabiduría hace que caigan las ramas muertas o inútiles. Así que, ante la duda, lo mejor es dejar que el tiempo haga su trabajo.
EliminarGracias por lo del ojo, amigo.
EliminarA veces hay que dejar a la naturaleza que haga y deshaga,totalmente de acuerdo con Sergi y Ángel,un abrazo para los tres.
ResponderEliminarAcabo de decirle lo mismo a Raúl, la Gran Madre sabe lo que hace. Gracias, Fátima.
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